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Colau dice que quiere convencer a Sánchez para hacer una moción de censura a Rajoy

La alcaldesa facilita con su abstención que Barcelona inste al Gobierno a reconocer el resultado del referéndum

Clara Blanchar
06/10/17 Ada Colau, alcaldesa de Barcelona.  Pleno del ayuntamiento. Barcelona, 6 de octubre de 2017 [ALBERT GARCIA].
06/10/17 Ada Colau, alcaldesa de Barcelona. Pleno del ayuntamiento. Barcelona, 6 de octubre de 2017 [ALBERT GARCIA].Albert Garcia (EL PAÍS)

El referéndum independentista marcó ayer por enésima vez el pleno del Ayuntamiento de Barcelona. La alcaldesa, Ada Colau, nadó entre dos aguas. Por un lado, los concejales de su partido se abstuvieron para facilitar que prosperara la proposición más contundente de los partidos independentistas, que califica de “golpe de Estado encubierto” la respuesta del Gobierno español al referéndum y le insta a “reconocer y respetar el mandato democrático que emana” del 1-O.

Y por otro, Colau reafirmó su pacto con el PSC. “Precisamente porque quiero convencer a Pedro Sánchez [líder del PSOE] para hacer una moción de censura contra Rajoy, tengo que mantener este pacto”, respondió al PDeCAT cuando le rogó que rompa con los socialistas por el "apoyo explícito del PSC al presidente del gobierno español". Tanto el líder del PSC en el consistorio, Jaume Collboni, como Colau convienen en que la salida al conflicto debe ser dialogada y rechazan tanto la declaración institucional de independencia como la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

Colau facilitó, con su abstención, la aprobación de una proposición de los partidos nacionalistas (PDeCAT, ERC y CUP) que tilda de “golpe de Estado encubierto” la respuesta del gobierno de Mariano Rajoy al referéndum. El mismo texto condena la actuación policial del pasado domingo, pide la dimisión de Rajoy, se solidariza con los detenidos vinculados a la Generalitat, con los heridos en las actuaciones policiales y pide que el Gobierno municipal dé respuesta al resultado del referéndum de domingo pasado. La proposición, con contenido de Declaración Institucional, salió adelante con 18 votos a favor, 12 en contra y 11 abstenciones. Votaron a favor los grupos impulsores, Barcelona en Comú se abstuvo, y Ciutadans, PP y el PSC votaron en contra. No es la primera vez que Colau y los socialistas votan distinto en cuestiones relacionadas con el proceso soberanista.

Durante el pleno la alcaldesa reafirmó su pacto de gobierno con el PSC cuando el PDeCAT le pidió que rompa con su socio, Jaume Collboni. Colau defendió “la unidad del catalanismo” y ha afirmado: “Precisamente porque quiero convencer a Pedro Sánchez para hacer una moción de censura contra Rajoy, tengo que mantener este pacto”. Precisamente Colau y Collboni y sus respectivos grupos se quedaron solos en una proposición de los socialistas que pidió una salida dialogada a la crisis entre Cataluña y España. El mismo texto condenaba explícitamente la actuación policial. "Es cierto que todo el mundo debe tener líneas rojas y si Collboni no hubiera condenado los hechos o se hubiera solidarizado con los heridos, tendría un problema ético y político", dijo la alcaldesa al ser preguntada por el pacto de gobierno. Collboni, por su parte, celebró la pluralidad en el ejecutivo de Barcelona: "En el gobierno hay soberanistas y federalistas y convivimos y gobernamos y gobernaremos, no es necesario que pensemos todos lo mismo en el tema nacional para gobernar la ciudad".

Las intervenciones en el debate de la proposición de los nacionalistas permitieron visualizar las aportaciones de cada uno de los partidos. El jefe de filas del PDeCAT en el Ayuntamiento, el ex alcalde Xavier Trias, afirmó que “no es propio de un Estado democrático agredir a ciudadanos de distinta edad e ideología, también no nacionalistas, con gran brutalidad. Ha convertido España en una vergüenza democrática en Europa”. Desde ERC, Alfred Bosch, tachó la actuación policial del pasado domingo de “asalto general, operación de castigo deliberada y planificada y con criterios de despliegue estratégico sobre la ciudad que es la capital de Cataluña”. “Y fue sobre civiles”, apostilló.

Por parte del tercer partido que impulsó la proposición, la CUP, la concejal Maria Rovira dejó claro el sentir de los anticapitalistas: “No nos rendiremos, con astucia e ingenio defenderemos los derechos más básicos del pueblo”. Rovira insistió en la idea del “golpe de Estado encubierto”, un punto de la proposición que figuraba en el texto original de su partido, transaccionado con PDeCAT y ERC. La concejal afirmó que es “imprescindible materializar” el resultado del referéndum “y proclamar la República catalana, que no es unilateral sino contemplado por una ley votada por la mayoría del Parlament”. Y por último, llamó también a Colau a romper con el PSC, a quien acusó de no condenar la actuación policial: “Que Barcelona sepa de qué lado está: si con el Estado español o con quien declara la independencia”.

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Carina Mejías, presidenta del grupo municipal de Ciutadans, reprochó a los partidos nacionalistas que hayan llevado Cataluña “hasta aquí”. “Todos vimos imágenes que no queríamos ver, pero quien nos ha traído aquí son ustedes por saltarse la ley, secuestrar el Parlament y lanzar los ciudadanos a la calle”, dijo. “No se puede construir nada en contra de la mitad de la población”, añadió. Por parte del PP, Alberto Fernández Díaz calificó el momento de “vertiginoso” y reivindicó “el relato de los catalanes que nos sentimos españoles y que pensamos que nuestra identidad es permanentemente ignorada”. El popular acusó a los nacionalistas de señalar a quienes no lo son: “Si usted cree [en referencia a Trias] que la mejor forma de encarar el futuro de Cataluña es que desde la estelada se señale a los que no piensan como ellos, esto ya lo hacían otros con la estrella de David”, espetó en referencia a los nazis. Y aseguró que “hay muchísimas familias catalanas que tienen miedo”.

En la polémica transacción, cuyo debate se alargó una hora y media, Collboni, aseguró que los socialistas “han condenado la desproporción de la actuación policial y lo han dicho y votado en la Diputación de Barcelona y en el Área Metropolitana”. Collboni recordó además que el referéndum fue suspendido por el Tribunal Constitucional: “El diálogo sin legalidad es estéril, la legalidad sin diálogo es ineficaz”, dijo y mantuvo que “la solución no será una DUI. Por mucha violencia que hubiera, sería la peor interpretación política, como tampoco lo sería la aplicación del 155”.

El portavoz del Gobierno municipal, Gerardo Pisarello, defendió la abstención de Barcelona en comú: “Compartimos algunos puntos, hemos condenado los hechos del 1 de octubre, antes y después, mostramos la solidaridad con los acusados de sedición que hoy declaran; pero no puede ser un cheque en blanco al Gobierno y no se centra en lo que debería ser prioritario, la unidad el catalanismo”, dijo. Y de nuevo rechazó hacer las cosas con prisas, al tiempo que apostó por el diálogo y la implicación internacional.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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