¿Quién madruga para ver a los Rolling Stones?
Un centenar de fans hacen cola desde esta mañana a las puertas del Estadio Olímpico de Barcelona
Quizá los Rolling Stones no provoquen la misma locura que Lady Gaga, que reunió a decenas de fans hasta un mes antes de su concierto este verano en Barcelona, pero su capacidad de movilización se mantiene viva. Esta mañana, ya había hasta un centenar de seguidores a las puertas del Estadio Olímpico, donde la banda formada por Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ronnie Wood tiene previsto tocar hoy a las 21:00.
Los más tempraneros llegaron ayer por la tarde y solo algunos han pasado toda la noche esperando. “Llegamos ayer sobre las 18:00 y no había casi nadie”, comenta Ana Gallardo, que ha viajado a Barcelona junto a su marido, Ricardo Camacho, desde Jaén. La noche la han pasado en el coche. Para ella, es su primera vez, pero él ya los vio tocar en el Calderón después de que en 2011 se suspendiera el concierto en Valencia porque Keith Richards se cayó de un cocotero.
Pero el que luce el número 1 de la cola pintado en negro en la mano es Klaus Wolfrum, un alemán que ha pasado la noche en el suelo. "Me he tapado con un pañuelo que traía, porque aquí no hace falta más, hace calor en Barcelona”, bromea. A sus 48 años, Wolfrum asegura haber “crecido con los Stones” y espera “darlo todo esta noche”, antes de coger su vuelo de vuelta a las 6:00. Hoy tampoco dormirá mucho.
A diferencia de lo que algunos creen, no solo los veteranos quieren ver a los Stones. La longeva banda del rock consigue reunir a gente de diferentes edades. Varios grupos de jóvenes esperan delante de las vallas de seguridad. Roger Alsina, de 18 años, asegura que los Stones son su “grupo preferido”. Su acompañante, Johnny Scorza, cuenta que la primera vez que vio a la banda en el Vicente Calderón en el año 2003 “allí se podían ver hasta cuatro generaciones”.
Dioses del rock, drogadictos, rebeldes, acomodados, misóginos… la historia de la icónica banda está llena de adjetivos. A pesar de todo, siguen moviendo masas. “Salí rara. Nací en una época que no era la mía” dice sobre sí misma Carmen López, otra fan veinteañera, que ya espera horas antes del concierto. Carmen también ha pasado la noche en el coche, junto a su madre, Noralba Gómez, a la que ha traído desde Madrid para ver a los Rolling por primera vez. Noralba asegura que su hija le “da el arranque” que necesita a sus 60 años y le ha prometido que verán juntas a “todos los peludos que vengan”.
Carles Cadena, Jagger para los amigos, ha perdido la cuenta del número de conciertos de los Stones que ha devorado: “ya van 26, o 27, no lo sé”. Les escucha desde que era un crío. Y con la ilusión de un crío, hoy va a hacer diez horas de cola para ver a sus ídolos en primera fila. Aguarda, junto a un centenar de personas, el momento de entrar a la pista. Se agrupan en corros, con sus cervezas y sus bocatas, vestidos, en su mayoría, con camisetas negras y pantalones gastados. La estética de ídolos y fans tampoco ha variado. Se mantiene vigente desde que el primer representante de los Stones, Andrew Loog Oldham, reforzara la imagen descuidada de Mick y compañía, como antítesis a la imagen formal de los Beatles.
No Filter Tour es la continuación de la gira sudamericana de 2016, que dio su último concierto en La Habana —un concierto que fue multitudinario—. En Barcelona, las entradas se agotaron hace tres meses. Con una capacidad para albergar a 55.926 personas, el Estadio Olímpico de Barcelona se llenará esta noche. La banda valenciana Los Zigarros subirá el telón y dará comienzo a una velada rockera, que coronarán Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ronnie Wood, como tantas otras veces, en un escenario de Barcelona.
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