Dos antropólogos identifican los cadáveres de los 140 nichos hundidos en Montjuïc

Un equipo de ingenieros y arquitectos ha abierto una investigación, a petición de la empresa municipal Cementerios de Barcelona, para averiguar qué fue lo que causó —el pasado viernes— el derrumbe de 140 nichos en la vía de Sant Joaquim y en la de Sant Antoni Abad del cementerio de Montjuïc. En el futuro informe deberán remarcar por qué no se detectaron las deficiencias estructurales de la infraestructura. Junto a los técnicos, ayer varios operarios retiraban los escombros acompañados de dos antropólogos de Universitat Autónoma.

Los dos antropólogos serán los encargados de identificar los 140 cadáveres y, según ha asegurado Cementerios de Barcelona, si en algún caso existen dudas en el reconocimiento de los cuerpos se extraerán restos de ADN y serán forenses los que concluyan la identificación. Los difuntos, algunos de ellos llevaban sólo algunos meses enterrados, una vez identificados serán trasladados a otros nichos de otras zonas del camposanto.

Un portavoz de Cementerios de Barcelona aseguró ayer que en 2007 se puso en marcha un plan director de intervención urgente para el camposanto de Montjuïc. El portavoz dijo que entonces se detectó que parte de la infraestructura —que siempre ha estado a la intemperie— estaba muy afectada por las inclemencias meteorológicas. Gracias al plan se destinaron seis millones de euros para rehabilitar algunos de los nichos. El presupuesto se acabó al cabo de tres años por lo que desde 2010 hasta la actualidad, siempre según Cementerios de Barcelona, se varió la aportación y se ha destinado dos millones de euros anualmente en evitar derrumbes como el del pasado viernes.

Los técnicos del cementerio habían analizado en diversas ocasiones los nichos de la vía de Sant Joaquim y de Sant Antoni Abad sin que observaran daños estructurales, por lo que no habían sido objeto de ninguna de las intervenciones. Serán ahora los técnicos que están realizando la investigación quienes aclaren por qué no se detectaron unas deficiencias que ahora son evidentes.

Durante el fin de semana, los responsables de Cementerios de Barcelona fueron avisando a los familiares de los difuntos a los que había afectado el derrumbe.

Paralelamente, la Síndica de Greuges de Barcelona, María Assumpció Vilà, abrió ayer una investigación de oficio para conocer las causas del derrumbe y determinar las posibles responsabilidades.

Vilà informó de que quiere conocer “el alcance del hundimiento, cuál o cuáles han sido las causas y cómo se garantizará que las familias puedan recuperar los restos de sus allegados con todas las garantías y sin errores”.

La síndica opina que si el accidente se ha debido a la mala conservación y a la falta de mantenimiento, se podría derivar una responsabilidad de la empresa municipal, Cementerios de Barcelona.

Esta semana, la síndica se dirigirá a los diferentes departamentos del Ayuntamiento implicados para pedir toda la información sobre el derrumbe.