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La reforma de la calle de Alcalá no fue consultada a los vecinos

El Ayuntamiento replica que "siempre escucha las opiniones de los madrileños", pero recuerda que su función es gobernar

Coches en la calle de Alcalá de Madrid.
Coches en la calle de Alcalá de Madrid.Jaime Villanueva

El Ayuntamiento de Madrid, liderado por Manuela Carmena, elaboró el proyecto de remodelación de la calle de Alcalá sin consultar antes a los vecinos. Así lo señalan las asociaciones de residentes, que afirman que recibieron el proyecto sin haber podido influir en él. El planteamiento municipal contempla, entre otras cosas, estrechar la calzada entre Quintana y Ciudad Lineal hasta dejar un solo carril por sentido para todos: coches, autobuses, taxis y bicis. El Consistorio replica que "siempre escucha las opiniones de los madrileños", pero recuerda que entre sus funciones está la de gobernar.

Portavoces de las dos principales asociaciones de residentes de la zona afectada por la remodelación —La Merced y La Nueva Elipa— explicaron este viernes a EL PAÍS que el proyecto les fue presentado ya confeccionado. Ana Martínez, portavoz de la asociación La Merced, explica que los vecinos se dirigieron al Consistorio para pedir mejoras en el pavimento y alumbrado de las aceras, pero meses después se encontraron con una propuesta de gran envergadura de la que no habían oído nada. Prueba de ello es que todavía no tienen una postura oficial sobre el asunto.

La cuestión más polémica es la reducción de la calzada a un solo carril por sentido en los 800 metros que separan Quintana de Ciudad Lineal. Ese cambio está acompañado por una ampliación de aceras que no todos comparten. "Si lo que pretenden es hacer un embudo, me parece perfecto", señala Martínez a título individual.

El peligro de un embudo en Quintana

Carril único. El proyecto municipal que se ejecutará entre 2017 y 2018 prevé ampliar las aceras y reducir los carriles a uno por sentido en el tramo entre Quintana y Ciudad Lineal. Por ese carril circularán todo tipo de vehículos.

Buses y bicis. En el resto de la calle, entre Quintana y Ventas, el Consistorio prevé reducir los carriles para los coches privados a dos (actualmente son cuatro). Y quiere crear un carril bici en el tramo ascendente que discurre desde Quintana hasta Ventas. En Consistorio señala que el carril bus transporta 91.000 viajeros al día frente a los 18.000 de los coches.

Calidad del aire. El rediseño de la calle de Alcalá, así como otras actuaciones de ámbito urbanístico, están enfocados hacia la mejora de la calidad del aire en Madrid. No obstante, el PSOE teme que, de producirse embotellamientos, este objetivo quede frustrado.

El Ayuntamiento replica que "siempre escucha" a los madrileños, aunque admite que "el equipo de gobierno ejerce una función propia, que se desprende del mandato ciudadano en las elecciones municipales: la de gobernar".

En el caso de la remodelación de Gran Vía —con un diseño semejante al de Alcalá, que implica una reducción de los carriles para el coche privado y la creación de un carril bici—, el Consistorio elevó la propuesta a consulta ciudadana. En el caso de Alcalá, sin embargo, no está claro si el gobierno de Carmena supeditará el plan a una votación.

"El Ayuntamiento cuenta con varios mecanismos para implicar a la ciudadanía en la toma de decisiones, como debates y reuniones presenciales con vecinos y vecinas, procesos de audiencia pública, los presupuestos participativos, etcétera", declaró una portavoz del Área de Desarrollo Urbano Sostenible, dirigida por José Manuel Calvo, responsable del proyecto. Pero evitó detallar si el Consistorio tiene previsto debatir el plan con las asociaciones en el futuro. El día que se presentó el proyecto, el gobierno fijó para finales de 2017 la licitación de las obras, enmarcadas en la lucha contra la contaminación.

El PSOE critica cómo el Consistorio está llevando a cabo el proyecto. El socio de investidura de Carmena cree que la reducción a un solo carril entre Quintana y Ciudad Lineal provocará "embotellamientos", y que "eso no mejorará la calidad del aire ni el transporte público". "¿Y qué pasará si por ahí tiene que pasar una ambulancia?", se pregunta el concejal socialista Chema Dávila.

La receta socialista se resume en tres puntos: "Para hacer actuaciones de este estilo antes hay que hablar con los vecinos y comerciantes, que son los afectados; segundo, hay que estudiar cómo repercute en el tráfico el tema del carril bus y ver si es razonable o va a provocar más problemas; y tercero, estamos totalmente en contra de dejar entre Ciudad Lineal y Quintana un solo carril de circulación por sentido".

De momento, el Consistorio mantiene en la calle de Alcalá el carril exclusivo para autobuses habilitado por el cierre temporal de la línea 5 de metro. De este modo pretende analizar los efectos en el tráfico durante un mes. En los primeros días de la semana, la velocidad de circulación en la vía se redujo, según afirmaron algunos afectados. En particular, unos vecinos señalaron que cuando un vehículo intenta girar a la izquierda, el tráfico suele bloquearse.

Este viernes, el Consistorio difundió una nota en la que sostuvo que "la intensidad de tráfico se ha reducido levemente en comparación con días equiparables del año anterior, pero sin darse cambios significativos ni provocar congestión". Muchos de los residentes consultados, no obstante, lo niegan y temen que el lunes, con la reapertura de los colegios, la calle amanezca colapsada.

Comerciantes y trabajadores manifiestan sus dudas

"Es inviable que esta calle tenga dos carriles. Y cuando empiecen los colegios, ni te digo". Ignacio García, peluquero que trabaja en Ciudad Lineal, resume así su posición sobre el rediseño de la calle de Alcalá. Como él, muchos comerciantes de la zona rechazan el planteamiento municipal, porque aseguran que se verán perjudicados. "Si ya se lía con cuatro carriles, con dos...", dice Cayetano Garrigós, sentado dentro de su quiosco en la rotonda de Ciudad Lineal.

La calle de Alcalá es famosa por ser una de las más congestionadas de la capital y por albergar todo tipo de tiendas. Es común ver coches estacionados en doble fila, muchos de ellos de repartidores o de mayoristas. Así que la decisión del gobierno de Ahora Madrid de mantener el carril exclusivo para los autobuses, oficialmente en pruebas, ha irritado a algunos trabajadores.

"¿Y la gente que trabaja tiene que venir en autobús, sí o sí? No me parece bien, la verdad", opina Diego Soria. Otros comerciantes señalan que la solución es crear una infraestructura que permita a los automóviles entrar y salir de la vía con facilidad. "De ocho a doce del mediodía es impasable", comenta el dueño de un estudio de tatuaje de la zona: una de las muchas tiendas pequeñas que operan en esa arteria madrileña.

Los socialistas, socios de investidura de Carmena, inciden en la necesidad de hablar con todos, vecinos y comerciantes, antes de tomar una decisión definitiva. "Pero no me consta que se haya hecho", reprocha el edil Chema Dávila.

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