La pérdida de un carril por sentido en Alcalá provoca su congestión
El Ayuntamiento mantiene los carriles bus habilitados por el cierre de la línea 5 de Metro y cree que es pronto para valorar la medida
Vecinos y comerciantes del distrito de Ciudad Lineal vieron este martes como la calle de Alcalá se colapsó un día más por la decisión del Ayuntamiento de mantener los carriles bus habilitados para paliar los efectos del cierre de la línea 5 de Metro, en obras entre julio y agosto, y restárselos al tráfico privado. El resultado es que entre Ventas a Ciudad Lineal los coches solo disponen de un carril por sentido, por lo que muchos invaden el del autobús para sortear la congestión que provocan los que intentan girar en una bocacalle. El Consistorio cree que es pronto para valorar el impacto de la medida.
Desde que el Ayuntamiento decidió, a principios de septiembre, conservar los dos carriles bus a pesar de que las obras de mantenimiento de la Línea 5 de Metro ya habían finalizado, el tráfico entre Ventas y Ciudad Lineal se ha congestionado. Este martes, durante las horas puntas (sobre todo por la mañana) los vecinos fueron testigos de los problemas de tráfico. "Al haber un solo carril, cuando la gente quiere girar a la izquierda, genera grandes colas", comentó Virginia González, una habitual del barrio. Un comerciante, José Albert, reflexionó: "Todavía no se nota mucho, pero cuando empiecen los colegios esto va a ser un caos". Y añadió: "Cuando caigan cuatro gotas, aquí se va a armar grande".
El Consistorio decidió el pasado viernes mantener los carriles bus con el objetivo de "evaluar su rendimiento en este periodo en el que la intensidad de tráfico recupera la normalidad". La medida, que parece ser una prueba general de la limitación a dos carriles —uno por sentido— que el Ayuntamiento quiere aplicar en 2018, pretende, entre otras cosas, facilitar la circulación del transporte público. Fuentes del Área de Movilidad, dirigida por Inés Sabanés, especificaron este martes que la "evaluación" durará "un mes aproximadamente", y que se analizará el impacto tanto del tráfico privado como del público.
"Pronto para valoraciones"
Fuentes municipales sostuvieron este martes que "la única incidencia significativa ha sido a causa de un accidente de tráfico ocurrido a las 13.00 horas, que ha provocado retenciones hasta las 15.00 horas". Mientras que sobre el carril bus, el gobierno local incide en que "todavía es pronto para hacer valoraciones sobre su incidencia en la movilidad en su conjunto". La remodelación de la calle de Alcalá prevé también la ampliación de las aceras, la creación de un carril bici y la reducción de las plazas de aparcamiento. Las obras comenzarían en 2018.
Grandes cambios previstos para 2018
Gran Vía. El gobierno de Ahora Madrid quiere remodelar la Gran Vía y convertir la arteria de Centro en su proyecto estrella. El equipo de Manuela Carmena plantea ampliar las aceras y dividir la calzada en cuatro carriles: dos para el tráfico privado (de residentes) y dos para el transporte público. Las obras empezarán en enero.
Calle de Alcalá. La remodelación de la calle de Alcalá es semejante a la de Gran Vía. El Consistorio prevé ampliar las aceras, crear un carril bici y reducir el espacio para los coches. También en este caso, las obras comenzarían en 2018.
APR de Centro. El Ayuntamiento restringirá el tráfico en todo el centro de Madrid a partir del próximo año. Se creará un "área cero emisiones" en el distrito, incluyendo la Gran Vía y la Puerta del Sol.
Velocidad en la M-30. El Consistorio limitará a 70 kilómetros por hora la velocidad en la M-30 y los accesos a la capital. Gracias a esta y a otras medidas enmarcadas en el plan de calidad del aire, el gobierno espera reducir la contaminación en un 15% para 2020.
La oposición critica el planteamiento municipal. El PSOE, socio de investidura de Carmena, sostiene que las medidas previstas no cuentan con el visto bueno de los vecinos. "Generarán más conflicto que lo que van a resolver", afirmó la portavoz del grupo, Purificación Causapié. El PSOE cree que la "situación se complicará con la apertura de los colegios, dentro de una semana".
El PP, habitualmente crítico con las decisiones del equipo de Carmena, asegura que la reducción de carriles se debe a un "punto de vista ideológico". "[El gobierno] no busca resolver los problemas de movilidad ni dar alternativas a los madrileños; no coordina las diferentes actuaciones que lleva a cabo, y está convirtiendo a Madrid en una ratonera", afirmó este martes el portavoz de los populares, José Luis Martínez-Almeida. El edil menciona, en particular, la nueva área de prioridad residencial de Centro, prevista para 2018, como un generador de más tráfico en la capital.
Por su parte, Ciudadanos habla de "pésima gestión" por parte de Ahora Madrid. "La estrategia de movilidad de Carmena pretende estrangular vías principales como la calle de Alcalá, donde sabemos que hay aparcamientos en dobles filas, por lo que se forman cuellos de botellas", afirma el edil Sergio Brabezo. "El equipo de Carmena solamente está en contra del coche, en vez de estar a favor de una buena movilidad", agrega.
La situación en la calle de Alcalá se complicó este martes cuando un pequeño accidente entre una moto y un autobús de la EMT paralizó el tráfico a la altura de El Carmen. Los vecinos de la zona remarcan, no obstante, que ya el lunes las colas eran más largas de lo normal. "La calle Alcalá es un lío siempre, pero en estos días, fue uff...", relata el dueño de un bar de la zona. Otros residentes explican que con la reducción de carriles los coches que quieren adelantar están obligados a invadir la zona reservada al transporte público. Los vehículos frenan para girar a la izquierda y eso crea ya atascos.
Algunos vecinos también se quejan de la contaminación acústica. "Hay gente que sigue haciendo los mismo giros que siempre y no respecta los nuevos y, claro, los coches pitan y hay más ruido", sostiene José María Pérez, empleado de una tienda del barrio. Otro vecino jubilado intenta quitar hierro a las polémicas: "A mí ya no me afecta porque no tengo automóvil, paseo por la calle, me siento por aquí y no me doy cuenta de nada", afirma.
El tráfico en la calle de Alcalá se incrementó a partir del 1 de septiembre. Entonces, para recorrer el trayecto desde Manuel Becerra hasta Arturo Soria las líneas especiales tardaron hasta casi una hora, explican algunos usuarios. Al mediodía de este martes, la duración del trayecto en coche entre Ciudad Lineal y la plaza de Las Ventas superaba los 45 minutos. Numerosos vehículos invadían el carril bus.
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