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La bronca se queda dentro del hemiciclo

Los diputados intentan evitar que la enorme crispación vivida en la Cámara se traslade fuera de la sala

Joan Coscubiela, portavoz de Catalunya Sí que es Pot, es aplaudido por los diputados de Ciudadanos en el Parlament.
Joan Coscubiela, portavoz de Catalunya Sí que es Pot, es aplaudido por los diputados de Ciudadanos en el Parlament.Albert Garcia

“Estáis convirtiendo el Parlament en un circo, en una institución bananera”. “Lo que está haciendo es una cacicada, presidenta”. “Señor Puigdemont, usted ha actuado como un hooligancualquiera, no como presidente de la Generalitat”. “La oposición lleva horas y horas actuando con filibusterismo político”. Son solo cuatro frases escogidas de entre las decenas de expresiones que en los últimos dos días se han escuchado en el Parlamento catalán, que ha vivido las jornadas más convulsas de debate político que se recuerdan desde su restauración, hace ya más de 37 años.

La trascendencia de lo que se estaba discutiendo —que no era otra cosa que la ley para convocar un referéndum de independencia y la ley de ruptura con el resto de España— y la defensa de sus posiciones enrocó a los diputados de una y otra bancada. De ahí el tono agrio sin precedentes que se oyó en la tribuna y en las reuniones a puerta cerrada, aunque después de los debates parece que eso no afectará a las relaciones personales entre los parlamentarios, según explican a EL PAÍS diputados de varias sensibilidades.

Sin existencias en el bar

Ni los diputados del Parlament ni los periodistas acreditados recuerdan un pleno tan largo, crispado e intenso en el Parlament como el de los dos últimos días. Ello se ha notado incluso en la cafetería, que se ha quedado casi sin existencias. Ayer por la tarde ya no había ni bocadillos, por lo que muchos se quedaron sin cenar.

“Nuestras relaciones no me preocupan tanto como la tensión social que podamos estar generando. Al final los momentos de fricción quedan muy relativizados y el tiempo lo resitúa todo”. Son expresiones de Joan Coscubiela, portavoz de Catalunya Sí Que Es Pot (CSQP), que ayer levantó los aplausos de los diputados del PSC y Ciudadanos cuando advirtió: “No me haréis callar. No quiero que mi hijo viva en un país en el que se le pisoteen sus derechos”.

Y es que, como dijo Winston Churchill, o al menos se le atribuye esa frase lapidaria: “Nuestros adversarios están enfrente, nuestros enemigos atrás”, para referirse a los contrarios a su partido y a los correligionarios de sus propias filas, respectivamente. Las tensiones visibles entre Coscubiela y algunos diputados de Podemos, de su mismo grupo parlamentario, vienen como anillo al dedo al pensamiento del primer ministro británico.

Un consejero del Gobierno catalán destaca: “Afortunadamente hemos establecido una red de relaciones que tenemos que preservar como sea”. Sí admitía que en algunos casos no es fácil, que hay “gente que ni te mira”. “Pero hemos salvado milagrosamente esa red de relaciones”. Roger Torrent, de Esquerra Republicana y portavoz de Junts pel Sí, coincide en que la vida continuará el 2 de octubre, también la parlamentaria.

“Esto no afectará a las relaciones personales, ni para bien ni para mal. Seguirás siendo amigo y teniendo sintonía con quien ya la tenías y seguirás sin tenerla con quien no la tenías”, explica Torrent, quien admite que “hay hooligans en todos los bandos”, en alusión a las posiciones tensionadas. Fue esta misma palabra, hooligan, la que empleó Coscubiela para calificar al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, por haber aplaudido una intervención de Marta Rovira.

“Se lo han ganado”

“A algunos de ustedes les aprecio, incluso alguno es amigo, pero lo que pase a partir de ahora se lo han ganado”, terció a última hora de ayer desde la tribuna el portavoz del Partido Popular, Alejandro Fernández, uno de los más dicharacheros que no tiene reparos en referirse en sus intervenciones a Barrio Sésamo, el programa infantil que se emitía hace 40 años en TVE, o a la expresentadora Mayra Gómez Kemp.

Fue este mismo diputado del Partido Popular el que no se privó de agradecer con ironía a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, que en la tarde de ayer se mostrara “tan risueña, no como por la mañana”, después de leer las numerosas críticas recibidas por alinearse con la estrategia independentista en el debate del miércoles.

Marta Pascal, diputada de Junts pel Sí y coordinadora general del PDeCAT, insiste en que se mantendrá el buen tono de las relaciones humanas y cita dos ejemplos que ha vivido. “El miércoles me pagó el desayuno una diputada del Partido Popular y hoy [POR AYER]se lo he pagado yo a dos diputados socialistas. Esto no se puede perder”, insiste.

“Usted no puede actuar como si estuviera en una tasca”, le espetó anoche Xavier García Albiol, líder del PP, a Carme Forcadell. Pero eso no quita tampoco para que, en uno de los innumerables recesos de la Cámara vivido en estas 48 horas, se le viera departiendo de manera distendida con Puigdemont, con el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, o con la consejera de Trabajo y Asuntos Sociales, Dolors Bassa. Una imagen que también se repitió en algún momento con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta.

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