Tecnomagos crea ilusión con tabletas y tecnología digital
El público que acuda al Borràs no debe apagar su móvil
Cuando el público entre en el teatro Borràs a ver el espectáculo de Tecnomagos no debe apagar el teléfono móvil. Todo lo contrario, porque será un instrumento de participación y para crear su propia magia. Los jóvenes Xavi Cabezas y David Riudor proponen en Wecanhackyou setenta minutos de magia sin barajas, ni cuerdas, ni conejos. Sus utensilios mágicos son las tabletas, los teléfonos inteligentes, la realidad virtual o los hologramas.
La tecnología, explican, no hace más fácil el truco, lo engrandece. "Eleva el nivel de lo imposible". En la rueda de prensa de este lunes, por ejemplo, hicieron un clásico juego de mentalismo: adivinar la palabra que un espectador ha leído. Mientras que si se hace con un libro se manejan, pongamos, cien mil términos, los Tecnomagos usan la Wikipedia en inglés que alberga seis mil millones. Cabezas (22 años), con titulación en publicidad y mercadotecnia, y Ruidor (21 años), ingeniero de telecomunicaciones, ya llevan tiempo trabajando juntos. Inicialmente creaban efectos, siempre con base tecnológica, para otros magos. Tienen una buena experiencia en la llamada "magia corporativa", que las empresas buscan para sus convenciones o presentaciones de producto. Recuerdan su debut en este sector. Para ilustrar sobre una nueva agua mineral más ligera… hicieron levitar a la presentadora que explicaba los méritos de la misma. La levitación era la mejor manera de ilustrar la idea de lo liviano.
Una de sus últimas innovaciones es una aplicación para móviles. Se llama Abracadapp. "Es como las clásicas cajas de magia, pero íntegramente digital" La descarga y algunos trucos son gratuitos, otros hay que pagarlos o conseguirlos gratis si se comparte la aplicación con amigos. Un pequeño y sofisticado juguete para, por ejemplo, apagar velas virtuales soplando sobre ellas. Tecnomagos han mostrado sus creaciones en templos de la tecnología como los cuarteles norteamericanos de Twitter o Apple y han recibido el reconocimiento de apellidos de primera fila de la magia como David Copperfield. Abracadapp ya lleva 50.000 descargas.
El uso de la tecnología es una evolución tan necesaria como inevitable de la magia sin que ello arruine el clásico encanto de una baraja. Es otra manera de fabricar asombro y ya hay magos como Simon Pierro o Marco Tempest con fama en este sector. De hecho, la magia y la tecnología siempre han hecho buenas migas. El celebérrimo MIT, instituto tecnológico de Massachusetts, tiene un laboratorio sobre magia, el MagicLab, y cada vez es más verdad aquella ley del escritor Arthur C. Clarke enunciada en los años sesenta: cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia. Tecnomagos estrena en el Borràs el día 20 de este mes.
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