Jazz latino, blues y copla revisitada

Se repite en esta misma sección verano tras verano: el penúltimo fin de semana de agosto, una vez pasadas las fiestas castizas de su centro urbano, es, posiblemente, el más inactivo de música en directo del año en Madrid, salvado acaso por los clubes que no cierran nunca, o casi nunca.

Con una carrera solvente en solitario, tras aparcar La Quartet de Baño Band, el mallorquín (aunque nacido en Barcelona) Daniel Higiénico, se encierra esta noche en el Galileo Galilei para descargar blues inspirado en los grandes clásicos del género. Su espectáculo, por eso, se llama Blues Experience. Canciones con recado, profundas y comprometidas son las que desgranará en el mismo escenario al día siguiente el cantautor argentino Rafael Amor. Lleva años en España y es un espejo en que se han mirado y se miran muchas de las generaciones de cantautores surgidas después de su llegada hace más de cuatro décadas.

El estadounidense de origen portorriqueño Jerry González, acude hoy al Café Berlín con toda su sabiduría y arte en el jazz de regusto latino, el llamado filin. Con la Fort Apache Band, grupo que lideró en la Gran Manzana en los años setenta y ochenta del siglo pasado, la lió parda hace años en todo Nueva York y los ambientes latinos y jazzeros de todo EE UU, y vino a Madrid a establecerse a finales de ese mismo siglo cuando causó sensación su aparición estelar en la película Calle 54, de Fernando Trueba, todo un revulsivo para la actualización del Latin Jazz. En este tiempo su trompeta, fiscorno y percusiones se han mezclado también con el flamenco, convirtiendo a González en uno de los referentes del jazz hecho en España. En el mismo lugar, mañana hay son cubano con La Tremenda, una banda reciente pero formada por veteranos músicos. Su propuesta está fundada sobre el formato más clásico de la música de la isla, es decir, se sustenta sobre el tres (guitarra tradicional cubana), el bongó y la clave, pero le añaden alguna guitarra eléctrica, güiros y saxofón para recrear clásicas de la guaracha, el chagüi, el danzón, el son y otros estilos abrasivos que arrasaron en la Cuba anterior a la revolución.

En el Café Central andan desde el lunes disfrutando de ese arte mayúsculo de Maribel Quiñones, más conocida como Martirio. Estos tres días que le quedan son una oportunidad estupenda para valorar su enorme aportación a la copla española, y a la canción hispanoamericana en general, que ha revisitado tantas veces y de distintas y originales maneras desde hace más de tres décadas. Lleva un más de un año celebrando sus treinta en solitario, que resume hasta el domingo acompañada a la guitarra de su hijo Raúl Rodríguez, considerado también un visionario a la hora de arrimar el flamenco a otras músicas populares del entorno hispano.

Tras 10 días de cierre por reformas, en Siroco retoman las sesiones veraniegas de su conocida y ya clásica Operación Bikini que repiten cada julio y agosto. Entre hoy y mañana rinden tributo a dos bandas del rock de trazo más grueso. Hoy la estadounidense Bon Jovi, y mañana la australiana AC/DC.