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La plantilla del metro acaba la huelga tras lograr mejoras por 23 millones

El nuevo acuerdo laboral revierte externalizaciones y recortes sociales y salariales

Clara Blanchar
Asamblea de los trabajadores del metro de Barcelona.
Asamblea de los trabajadores del metro de Barcelona.ALBERT GARCIA

Fin al conflicto del metro de Barcelona. Las asambleas de trabajadores del Metro de Barcelona votaron ayer sí a la propuesta de convenio que ya había aceptado la empresa, Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). Sumadas las asambleas de mañana y tarde, el resultado fue de 480 votos a favor, 302 en contra y 56 abstenciones. El sí de la plantilla supone a poner fin a un conflicto laboral con un comité formado por seis sindicatos que se ha prolongado dos años, durante el que ha habido más de 80 reuniones y tres meses de huelga todos los lunes. El acuerdo, hasta 2019, suma mejoras por valor de 23 millones de euros.

El convenio comienza a revertir la externalización de los trabajos de mantenimiento (recupera 46 empleados); descongela salarios y los incrementa (un 1% anual y un 4,5% en complementos que no se consolidan pasada la vigencia del convenio); y prevé reducir notablemente los contratos parciales y temporales. Un total de 372 contratos parciales pasarán a jornada completa y 190 trabajadores de verano pasarán a fijos en 2022. En teoría, con estas cifras debería mejorar la situación en las estaciones donde ahora no hay nadie que atienda a los usuarios, que son muchas.

Con todo, el sí de las asambleas no fue por goleada: el 57% de votos favorables, indicador del sabor agridulce que había ayer en las asambleas. Votaron 838 empleados de una plantilla de 3.500, donde un tercio está de vacaciones. La horquilla de salarios es muy grande: desde 20 directivos que cobran más de 100.000 euros brutos al año, hasta 29.000 euros los auxiliares subalternos, pasando por los 1.500 empleados de la categoría más numerosa, cuyo salario medio es de 33.565 euros anuales.

El presidente del comité de empresa, Pere Ramon (CGT), abrió las asambleas admitiendo que la propuesta de convenio, elaborada con la mediación de la Generalitat, “recoge casi todos los puntos de la plataforma” que habían acordado los trabajadores. Finalizadas las votaciones, Ramon afirmó que la negociación ha mostrado que la dirección de TMB “no es de fiar” y aseguró que velarán por el cumplimiento de los acuerdos.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que la semana pasada anunció que reforzaba el equipo negociador con el gerente municipal, Jordi Martí, celebró el acuerdo en las redes sociales: “¡Celebramos acuerdo con los trabajadores del Metro! Mejoramos condiciones laborales y garantizamos la calidad del servicio. Gana el transporte público. Gana la ciudad", escribió en Twitter. La concejal de Movilidad y presidenta de TMB, Mercedes Vidal, manifestó: “Trabajadores, empresa y mediación hemos encontrado soluciones a las demandas laborales. Después de votar el convenio, se llega al acuerdo”. Tanto Vidal como Colau agradecieron la paciencia de la ciudadanía. También la Generalitat sacó pecho y la consejera de Trabajo, Dolors Bassa, reivindicó el papel de la mediación.

Las intervenciones durante las asambleas constataron que el principal punto que valoran los empleados es la recuperación de tareas de mantenimiento de vías y catenarias que TMB había externalizado a otras empresas. También celebran la creación de dos nuevos turnos (que se suman al de mañana, tarde y noche) y que la empresa haya desistido de su intención de cubrirlos con personal a tiempo parcial. “Todos sabemos qué pasa con el tiempo parcial, que acaba tapando agujeros de personal a tiempo completo”, señaló un empleado.

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Con todo, también hubo intervenciones contrarias al texto del convenio: defendieron que podría haberse conseguido más, o que “hay que estar muy alerta” ante posibles incumplimientos por parte de TMB. Los empleados también expresaron mucha cautela ante las consecuencias laborales que puede tener la implantación de la T-Movilidad, el sistema tarifario integrado. El texto del convenio deja claro que en ningún caso puede suponer reducción de empleo ni externalizar tareas que ahora hace la plantilla de TMB.

Además de poner fin a la huelga indefinida de los lunes de los últimos tres meses, también supone la desconvocatoria de los paros previstos en septiembre con motivo de la Diada, La Mercè y partidos importantes del Barça.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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