El ‘números dos’ de Cultura también peligra a dos meses del referéndum

La reunión del Govern de este martes decidirá si sustituye a Xavier Gibert como secretario general del Departamento de Cultura. Gibert, alto cargo de la Generalitat desde el primer gobierno de Artur Mas —2010—, asumió la posición de número dos de Cultura el 11 de julio pasado, una semana después de que Lluís Puig fuera nombrado consejero. Gibert había sido hasta entonces secretario general del Departamento de Empresa. Un portavoz de Cultura no ha querido confirmar ni desmentir la salida de Gibert y afirma que la decisión se tomará en la reunión de hoy del ejecutivo catalán.

“El consejero Puig dijo que iría haciendo más retoques en cargos del Departamento y eso afecta a todos los niveles directivos”, explican desde el Departamento de Cultura. Sobre el futuro de Gibert, fuentes de Presidencia de la Generalitat confirman que su continuidad puede ser uno de los puntos en el orden del día de la reunión del ejecutivo. Gibert no ha contestado a la solicitud de EL PAÍS para participar en esta información.

Las mismas fuentes de Presidencia indican que también existe la posibilidad de que sea él quien decida dejar el cargo. Dos fuentes de su entorno aseguran que su situación era “complicada” porque su perfil no corresponde con la plena determinación que exige el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, para hacer frente al choque con el Estado de cara al referéndum unilateral del 1 de octubre.

Alto cargo histórico

Gibert asumió la secretaría general de Cultura con Lluís Puig ya como consejero. Gibert fue hombre de confianza de otro Puig, Felip Puig: fue con él secretario general de Empresa desde 2012 y hasta su marcha, en enero de 2016. Anteriormente fue secretario general del Departamento de Interior, también con Puig. Antes de los gobiernos tripartitos, Gibert había asumido altas responsabilidades en el Departamento de Territorio y Sostenibilidad y en el Instituto Catalán de la Salud. Gibert se ha caracterizado por su tesón, discreción y alejamiento de los focos, según las personas consultadas que han trabajado con él.

El sucesor de Felip Puig en Empresa, Jordi Baiget, continuó confiando con él como secretario general. Con la llegada del nuevo consejero, Santi Vila, Gibert fue trasladado este mes de julio a la secretaría general de Cultura, cargo en el que lleva dos semanas. El nombre que se ha planteado para sustituirle es el de la técnica de patrimonio cultural Maria Dolors Portús, aseguran fuentes del Gobierno catalán.

Ocho cargos han dejado el Govern este mes de julio después de Puigdemont y el vicepresidente, Oriol Junqueras, exigieran complicidad sin titubeos con la convocatoria del 1 de octubre. Los consejeros Baiget (Empresa), Neus Munté (Presidencia), Meritxell Ruíz (Educación y Jordi Jané (Interior) han dejado el ejecutivo con un “paso al lado”, según palabras de Puigdemont. También lo han dejado el secretario de gobierno Joan Vidal de Ciurana, el director de los Mossos de Esquadra Albert Batlle, el director del servicio de emergencias Frederic Aran, la secretaria general de Educación Maria Jesús Mier y el secretario de Políticas Educativas de este departamento Antoni Llobet. Con excepción de Baiget, que fue fulminado por Puigdemont por hacer públicas sus dudas acerca de la convocatoria del 1-O, el resto de altos cargos han dimitido por iniciativa propia, según la versión oficial de los hechos. Hasta ahora todos los cambios en el gobierno han afectado a cargos de la órbita del PDeCAT, algo que ha molestado en el seno de la formación exconvergente.