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Barcelona toma el testigo del Orgullo

Miles de personas salen a la calle para reivindicar sus derechos y denunciar la ‘LGTBIfobia’ en el deporte

Jessica Mouzo
Dos chicos bailan en una carroza durante el Pride Barcelona
Dos chicos bailan en una carroza durante el Pride BarcelonaAlbert Garcia

Con la resaca del World Pride de Madrid todavía viva, Barcelona tomó ayer el testigo de las celebraciones del orgullo LGTBI y volvió a salir a la calle para celebrar su propio Pride. Miles de personas —50.000, según el Ayuntamiento— acompañaron a las decenas de carrozas que recorrieron la avenida de Paral·lel hasta el paseo marítimo para reinvindicar los derechos del colectivo LGTBI. El leit motiv de este año se centró en denunciar la LGTBIfobia en el deporte.

El sol apretaba fuerte en la plaza de Espanya cuando los trabucaires de Gràcia dispararon las primeras salvas. La comitiva, con el segundo teniente de alcalde, Jaume Collboni (PSC), la diputada Alba Vergés (ERC) o el concejal Alfred Bosch (ERC) en primera fila, echó a andar a ritmo de batucada. Pita falta contra la LGTBIfobia, rezaba la pancarta que encabezaba la marcha. Y los pitidos no tardaron en hacerse oir.

“Nadie puede decirte nada por ser maricón. Dicen que los futbolistas no quieren decir que son gays porque como son un ejemplo para los niños... Pero los niños tienen que tener libertad para ser lo que quieran ser”, criticaba Joan Sabaté, una drag queen enfundada en un traje de fantasía lila y blanco. “Que no se pierda lo que hemos conseguido”, advertían Rufo y Xavi, caracterizados como gheisas para la ocasión.

Las primeras carrozas que comandaban la manifestación eran las de asociaciones como la de las familias LGTBI, Chrysallys (de niños transexuales) o Panteres Grogues, la entidad deportiva encargada de leer el manifiesto al final de la marcha. También estuvieron entidades como Gais Positius o Barcelona Checkpoint, un centro comunitario de detección de infecciones de transmisión sexual y VIH. Tampoco faltaron las organizaciones y entidades políticas: con más capacidad de convocatoria, como la del PSC; más discretas de tamaño, como la del PDeCAT; o enarbolando una gran estelada multicolor, como la ANC. Otras entidades políticas también participaron en la jornada y acompañaron la marcha en sus carrozas.

La manifestación terminó ya caída la tarde en el Moll de la Fusta, a los pies del paseo marítimo, con la lectura del manifiesto. “No aceptamos que en nuestro país, un árbitro se vea perseguido públicamente por el simple hecho de explicar públicamente su orientación sexual. No aceptamos que en el deporte de élite, el hecho LGTB se esconda, como algo malo u oscuro”, criticó Antoni Travieso, presidente de Panteres Grogues. El activista reclamó “un compromiso firme y acciones concretas de las administraciones públicas, los clubs deportivos, deportistas y aficionados para acabar con la LGTBIfobia”.

Con todo, aunque este año se puso el acento en el ámbito del deporte, Travieso recordó que “en otros países las personas LGTBI son perseguidas, torturadas y se enfrentan, incluso, a la muerte” por expresarse libremente en cualquier ambiente. En la lectura del manifiesto también estuvo presente la alcaldesa Ada Colau.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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