_
_
_
_

Aquí hubo 40.000 muertos

Javier Marquerie regresa a Brunete, escenario de una de las más sangrientas batallas de la Guerra Civil

Sergio C. Fanjul
Una de las imágenes de Javier Marquerie
Una de las imágenes de Javier Marquerie

El fotógrafo Javier Marquerie Bueno (Madrid, 1969) se propuso cubrir la batalla de Brunete, siguiendo los pasos de Ejército Popular de la República, pero llegó al terreno varias décadas después. Este año se cumplen 80 años de aquella batalla, una de las más importantes de la Guerra Civil, “y también la más estúpida”, a juicio del fotógrafo. En 2015, Marquerie tomó fotografías de los principales lugares de la batalla, ocurrida entre el 6 y 25 de julio de 1937. Lo hizo el mismo día y a la misma hora en que se produjeron los hechos. La exposición Barro rojo (en la galería StandARTe. Padilla, 11. Hasta el 14 de septiembre dentro de la Sección Off de PhotoEspaña) muestra esa extraña dislocación entre el tiempo y el espacio.

Más información
Una región llena de bombas
Cifuentes blinda los símbolos franquistas de Brunete frente a la Memoria Histórica

“Mi familia tiene una casita en la zona donde se desplegaron las Brigadas Internacionales y de niño jugaba con las balas que quedan por la zona de la batalla: todavía se conservan kilómetros de trinchera y casas en ruinas; físicamente la batalla sigue ahí”, cuenta el artista. “Mucha gente que tiene casas donde están las trincheras no sabe que allí hubo una batalla; otros prefieren no acordarse. Hay personas que no saben que el pueblo de Brunete no está donde estaba originalmente”, dice el fotógrafo. En algunos escenarios de la batalla, como el lugar donde murió el capitán afroamericano Oliver Law, hoy hay urbanizaciones de lujo.

La ofensiva de Brunete, una incursión lanzada por las tropas de la República, pretendía aliviar la presión sobre Madrid y el Frente del Norte. La batalla terminó cuando el Ejército franquista recuperó el terreno. Entretanto, se produjeron cerca de 40.000 bajas, entre muertos, heridos y desaparecidos, en uno de los choques más sangrientos de la guerra. “El 24 de julio de 1937 se produjo uno de los bombardeos más importantes”, cuenta el fotógrafo. “En mi cobertura coincidió con los fuegos artificiales de las fiestas de Santiago que celebran los pueblos de la zona”. Hay otras coincidencias curiosas: en la foto titulada 7 de julio, Ejército republicano parado frente al Guadarrama, lo que ve es a un ejército de ovejas contemporáneas cruzando el río.

No es la primera vez que Marquerie juega con los saltos temporales: en un trabajo anterior, Madrid, qué bien resistes, practicaba la refotografía en la capital, elaborando collages entre fotografías del asedio en la Guerra Civil y otras actuales, en las que se mezclaban bombardeos y desfiles franquistas con franquicias de fast food y musicales.

La exposición actual lleva al centro de Madrid no solo imágenes, sino también tierra de la zona de la batalla y otros objetos relacionados. Y se cierra con un homenaje a Gerda Taro, la fotógrafa que mejor cubrió la batalla, y una parte importante de lo que es la obra de Robert Capa. En la última imagen se ve el árbol que hay en el lugar donde murió —fue atropellada por accidente por un tanque republicano en retirada el último día de la ofensiva—, fotografiado justo 78 años después.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Después de haber trabajado sobre la sociedad civil que resistió tres años en Madrid y el Ejército en batalla, dice Marquerie que todavía le queda tarea por hacer: los duros años de los campos de concentración y la posguerra.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Sergio C. Fanjul
Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980) es licenciado en Astrofísica y Máster en Periodismo. Tiene varios libros publicados y premios como el Paco Rabal de Periodismo Cultural o el Pablo García Baena de Poesía. Es profesor de escritura, guionista de TV, radiofonista en Poesía o Barbarie y performer poético. Desde 2009 firma columnas y artículos en El País.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_