Investigan si el presunto pedófilo, exdirigente juvenil del PSOE, violó a menores saharauis
Alejandro Díaz fantaseaba con “crucificar a niños” en sus conversaciones en Internet
La policía ha abierto una línea de investigación para determinar si el hasta ahora secretario general de las juventudes socialistas de Elche y expresidente del Consejo de la Juventud de la ciudad, Alejandro Díaz, agredió sexualmente a menores de origen saharaui, según han confirmado este viernes a EL PAÍS fuentes próximas a las pesquisas. Los agentes pretenden averiguar y aclarar las acciones del sospechoso, en prisión provisional desde el pasado sábado, de las que se jactaba en los chats de Internet dedicados a la pornografía infantil a los que era asiduo. En esas conversaciones llegaba a decir auténticas “salvajadas”, según las fuentes consultadas. Entre sus fantasías más recurrentes figuraban cosas como asfixiar o “crucificar a niños”. “No sabemos si todo es falso y formaba parte de sus paranoias y sus delirios para excitarse, pero creemos que algo de verdad puede haber”, apuntan los investigadores con relación a las supuestas agresiones sexuales.
De momento, Díaz, que fue detenido hace una semana en la vivienda de Elche que compartía con sus padres, solo está imputado por un delito de tenencia y difusión de pornografía infantil. Aunque la policía sospecha que pudo haber dado un paso más en su escalada delictiva y haber abusado, al menos, de una niña de dos años de su círculo familiar.
Esa conclusión se extrae de la declaración realizada en sede policial por un coimputado, un hombre de unos 40 años con el que exdirigente juvenil socialista solía mantener, supuestamente, encuentros sexuales de carácter esporádico. Este individuo, que también fue detenido -aunque quedó en libertad provisional- y está siendo investigado por tenencia y difusión de pornografía infantil en la causa abierta por el juzgado de Instrucción 5 de Elche, asegura que Díaz hizo que la pequeña le acariciase los genitales.
El antiguo responsable de las juventudes ilicitanas del PSOE, que ya le ha expulsado del partido, también presumía, en los chats que está analizando la policía, sobre todo a través de Skype, que había violado a un niño saharaui de seis años. Agentes especializados en delitos tecnológicos de la policía han iniciado gestiones para averiguar si esa afirmación responde a la realidad.
Por el momento, han constatado que el investigado nunca ha tenido a ningún menor de esa procedencia acogido en su casa para pasar las vacaciones estivales, algo que ha confirmado a este periódico Micaela Marco, portavoz de la Asociación de Ayuda al Sáhara Occidental de Elche. “Nosotros a esta persona no la conocemos de nada, no ha gestionado nunca a ningún niño ni ha colaborado nunca con nuestra asociación”, ha precisado. “Somos los primeros sorprendidos por esta noticia. Solo sabemos que la policía está investigando y hay que dejar que haga su trabajo para que se aclare todo”.
Esta organización, la única de Elche que organiza el viaje de niños saharauis a la ciudad para pasar las vacaciones estivales, tiene previsto recibir a treinta menores procedentes de los campos de refugiados de Tinduf (Argelia) este verano. Ha hecho un llamamiento a la solidaridad de los ilicitanos porque necesita a seis familias para completar la acogida de los pequeños.
Mientras tanto, los agentes siguen examinando el abundante material que Díaz almacenaba en dos discos duros intervenidos durante el registro de su piso. Contienen imágenes de extrema dureza que han causado una honda conmoción en los policías encargados de visionarlas. Entre ellas destacan grabaciones audiovisuales de sexo explícito entre adultos y bebés.
Fuentes de la Fiscalía han señalado que el sospechoso se enfrenta a una posible acusación por el subtipo agravado del delito de difusión de pornografía infantil, que conlleva penas de hasta nueve años de prisión por la especial vulnerabilidad de las víctimas. Las pesquisas tratan ahora de determinar si Díaz también abusó de algún menor y lo grabó en vídeo. En su declaración judicial reconoció la posesión de las escabrosas imágenes, pero alegó que las utilizaba, al igual que hacía con sus comentarios, para excitarse sexualmente a sí mismo y a sus interlocutores.
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