Crisis en la Mesa del Tercer Sector por su “alineación con el Govern”
Más de la mitad de la junta directiva pide la dimisión del presidente Oriol Illa por "pérdida de confianza"
Cisma en la Mesa del Tercer Sector Social, la organización que representa a más de 3.000 entidades sociales catalanas. Siete de los 13 miembros de la junta directiva volvieron a pedir ayer la dimisión de su presidente, Oriol Illa, argumentando “una falta de confianza” en su gestión. Las entidades ven unilateralidad en algunos de sus posicionamientos y critican su cercanía con ERC, partido en el que ha militado. “Tiene muchas mochilas que no lo dejan mover libremente”, explica el presidente de una de las 35 federaciones agrupadas en la Mesa.
Las entidades que pidieron ayer la dimisión durante una junta extraordinaria ya lo habían solicitado por carta la semana pasada. La misiva, dirigida a Illa y con fecha del 8 de junio, está firmada por la Federación Catalana del Voluntariado; Discapacidad Intelectual Cataluña (Dincat); el Comité Catalán de Representantes de Personas con Discapacidad (Cocarmi); Entidades Catalanas de Acción Social (Ecas); Cooperativas de Iniciativa Social; Movimiento Asociativo de la Discapacidad Física (ECOM) y Pere Tarrés. Todas han declinado a explicar a qué se debe la pérdida de confianza.
La posición del presidente de la Mesa no es fácil. La organización es un mosaico de entidades de tamaños e intereses muy dispares, desde la ONCE hasta asociaciones de escoltes, pasando por Cáritas. Los equilibrios para alcanzar una posición conjunta respecto a la acción de Gobierno es de por sí complicado, pero las entidades que firman la carta acusan a Illa y al director general de la Mesa Toni Codina de alinearse sistemáticamente con la Generalitat y desoír a la junta.
La cercanía de Illa con ERC genera suspicacias. Sus interlocutores en el Govern son de ese partido: Oriol Junqueras y Dolors Bassa. El también director de la Fundación Francesc Ferrer i Guàrdia fue jefe de gabinete del exvicepresidente Josep Lluís Carod Rovira y número 14 en la lista de Esquerra para la alcaldía de Barcelona en las pasadas elecciones.
Las declaraciones de Illa sobre el pleno de la emergencia social o la responsabilidad del Generalitat en la lucha contra la pobreza energética han dividido a las entidades. Algunos critican su tibieza y piden un tono más combativo mientras que otros defienden que hay un mayor transfondo intelectual en las reflexiones a comparación de su antecesora.
“A veces la junta decidía líneas de trabajo y se pedían ciertas actuaciones pero al final se hacían cosas diferentes”, explica la líder de otra de las federaciones presentes en la Mesa. “De manera sistemática siempre se alinean con las tesis de la Generalitat”, se quejan desde otra entidad social.
Uno de los últimos desacuerdos fue a raíz del anuncio del pacto sobre la renta garantizada de ciudadanía (RGC). La Mesa nunca estuvo en la comisión promotora de la ayuda. El Govern, especialmente ERC, ha hecho una gran campaña publicitaria de la ayuda, cuya importancia nadie pone en duda, pero de la que se hace publicidad en medios sin ni siquiera estar aprobada. Fuentes de las entidades critican que Illa saliera a hacer declaraciones sobre la RGC en nombre de la Mesa.
En la carta, las entidades aseguran que la salida es la mejor solución para evitar el cisma, algo que creen que podría quedar patente en una asamblea extraordinaria que debatiera una moción de censura al presidente o en unas elecciones anticipadas sin tener aún claras las condiciones.
La Mesa también declinó hacer comentarios sobre la situación. Pero Illa también respondió por carta a sus detractores. En su misiva, reivindica el papel de voz viva de las entidades en la agenda social de Cataluña pero acepta dificultades desde el punto de vista de la gobernanza. “No hemos sido capaces de conseguir formar un equipo cohesionado y de generar un clima de confianza” en la junta, asegura. El presidente propone que el próximo 13 de julio, en la Asamblea General de la Mesa, se acuerden elecciones para elegir una nueva junta el primero de septiembre. “Si la junta rechaza esta propuesta, optaré por presentar mi dimisión”, escribió Illa. Las partes esperan seguir negociando una salida al cisma. Un total de 11 federaciones han mostrado su apoyo a Illa.
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