La herida del PP valenciano sigue abierta
El partido intenta alcanzar un acuerdo tras más de un mes de bloqueo del congreso provincial
Las espadas siguen en alto en el PP de Valencia, cuyo congreso provincial lleva más de un mes bloqueado después de la junta directiva de abril en la que los partidarios de los dos principales candidatos a dirigir la organización, el actual presidente, Vicente Betoret, y la portavoz en la Diputación, Mari Carmen Contelles, cruzaron insultos y acusaciones. La división entre los dos bandos se ha trasladado, además, a comarcas y municipios.
El partido busca la manera de acercar posturas para, al menos, designar a los miembros del comité organizador del congreso, lo cual, apuntan fuentes del partido, puede pasar por un nuevo encuentro en la sede nacional del PP, en la calle Génova de Madrid, en los próximos días.
A la formación se le acaba el tiempo. La normativa interna del PP establece que el congreso debe convocarse con al menos 40 días de plazo, agosto es en principio un mes inhábil y retrasarlo a después del verano generaría aún más problemas, porque después del congreso provincial habrán de celebrarse los comarcales y locales. La tradición en el PP es que el conjunto de su proceso congresual no dure más de un año.
La tensión entre Betoret y Contelles se ha rebajado en las últimas semanas en lo que se refiere a declaraciones públicas. Pero el conflicto, aseguran fuentes del partido, no solo no ha desaparecido sino que ha alcanzado un punto que hace difícil pensar en una lista de integración como la que patrocina la dirección nacional, que llegó a sugerir el escenario de una gestora.
La portavoz en la Diputación, que se impuso en la junta directiva de abril al derrotar la iniciativa presentada por Betoret, se mostró inicialmente renuente a aceptar una candidatura única. Después, sin embargo, la aceptó y fue el actual presidente el que descartó esa posibilidad.
Betoret, con su estrategia de bloqueo —en la junta directiva de abril en la que vio rechazada su propuesta para el comité organizador del congreso no permitió que se votara la de Contelles— trata, opinan fuentes del partido, de ganar tiempo y recuperar terreno frente a su rival. En las últimas semanas, tanto uno como otra han mantenido encuentros y cenas con militantes en distintos puntos de la provincia.
Aunque esté dispuesta a pactar el comité organizador del congreso —un elemento clave para el resultado final en un contexto de fractura interna—, las mismas fuentes dudan que Contelles ceda de buen grado el 50% del mismo. Ni mucho menos que vaya a aceptar un reparto con esas proporciones en la dirección provincial, una vez que ha constatado su superioridad.
Contra la portavoz en la Diputación ha jugado el hecho de que el grupo popular en la Corporación provincial votase hace unas semanas una moción contra los presupuestos del Gobierno de Mariano Rajoy, lo que causó malestar en la dirección nacional. Sus afines creen, sin embargo, que el asunto está superado: Contelles matizó el sentido de voto y ha explicado la complicada situación que las cuentas diseñadas por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, crean al partido en Valencia. También el grupo parlamentario del PP en las Cortes Valencianas, en el que está integrado Betoret, agregan, se posicionó contra los presupuestos.
División municipal
La alineación entre partidarios de Contelles y de Betoret se está reproduciendo en los municipios y las comarcas. La portavoz en la Diputación parte con cierta ventaja en la ciudad de Valencia, mantienen las fuentes. Con Contelles, que es la candidata oficiosa de la líder del PP de la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, se halla el actual presidente de la gestora de la ciudad, el exconsejero Luis Santamaría.
Betoret tiene de su lado a buena parte de la vieja guardia del partido en Valencia, incluida la mayoría de concejales y asesores del grupo municipal, que están siendo investigados por un supuesto delito de blanqueo en el caso Taula.
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