Acuerdo para soterrar la línea R2 en Montcada a partir de 2020
La alcaldesa recuerda las 169 personas que han perdido la vida en las vías del municipio
Montcada i Reixac verá hecho realidad una de sus reivindicaciones históricas: el soterramiento de la línia R2 de Rodalies a su paso por el municipio. El Ministerio de Fomento se comprometió este jueves que para el 2020 se iniciarán unas obras -que durarán 40 meses- que permitirán cubrir tres kilómetros de vías y que tendrán un coste de unos 300 millones. La alcaldesa de Montcada, Laura Campos, proclamó que con este proyecto “se hace justicia histórica” y, emocionada, recordó las 169 personas que se han dejado las vida en las vías del municipio.
El compromiso es especialmente sensible para Montcada, una población rasgada por las diferentes vías que lo cruzan (por aquí pasan la R2, la R3 y la R4), pero el proyecto actual contempla solo soterrar la vía por donde circula la R2 y la R11, que atraviesa el municipio por el centro. Por su ubicación y el fácil acceso a las vías, la R2 es la que acumula gran parte de las 169 víctimas mortales.
El soterramiento se alargará durante unos tres kilómetros, desde el barrio de Vallbona de Barcelona hasta el la autopista C33, en el límite con La Llagosta. Las obras se aprovecharán para habilitar una tercera vía que en un futuro permitirá habilitar trenes semidirectos y que los trenes regionales adelanten a los de cercanías. Según el primer calendario previsto, se prevén que las obras se liciten a finales de 2019 y que puedan comenzar en 2020 para acabar tres años más tarde.
Ayuntamiento, Generalitat y Ministerio trabajan desde marzo para desencallar un proyecto que ya se anunció en 2007, pero que la crisis condenó a un cajón. La alcaldesa dejó claro que, después de 30 años de lucha vecinal y con este precedente, estarían “ojo avizor” para que no se vuelva a encallar. El ministro de Fomento Íñigo de la Serna, bajo el repetitivo estruendo del paso de los trenes, aseguró que esto no se repetirá. “Es un compromiso que vamos a cumplir”, dijo y admitió que el proyecto de Montcada -por donde pasan unos 250 trenes diarios, según sus datos- no es un proyecto normal. “Hemos visto que esto tiene una gran afectación en la población. Cuando acaben las obras la forma de la ciudad cambiará”, subrayó.
En una línea parecida se manifestó el consejero de Territorio de la Generalitat, Josep Rull, quien destacó de que se trata de un proyecto especialmente “sensible” porque la presencia de las vías suponen una “herida intensa, porque parten el municipio como por las víctimas” que se ha cobrado. “En Montcada, no podemos fallar”, zanjó Rull.
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