Más Sijena a la venta
Balclis subasta una pieza del retablo mayor del monasterio
La última vez que se puso a la venta una pieza del monasterio de Sijena acabó como el rosario de la aurora. Fue en enero de 2016. Una galería subastaba una cuna ornamental de plata del siglo XVII del monasterio oscense hasta que los Mossos la retiraron al estar catalogada desde 1994 por la Generalitat como bien cultural. A los pocos días, la policía nacional, denuncia en mano, se la llevó de casa de sus propietarios hasta entonces y la depositó en el Museo de Zaragoza, donde permanece. Pese a la experiencia negativa, propiciada por el clima más que crispado que se vive por los dos contenciosos que enfrentan a Cataluña y Aragón por los bienes del monasterio —los objetos vendidos por las monjas y las pinturas murales arrancadas de la sala capitular en 1936 que se exhiben en el MNAC—, los propietarios de otra de las obras de arte del monasterio no han dudado en ponerla a la venta. Se trata de La presentación de Jesús en el templo, una de las 34 tablas que se supone que tenía el retablo mayor del monasterio situado en el ábside principal de la iglesia. Esta enorme obra renacentista, de ocho por siete metros, fue realizada por el llamado Maestro de Sijena, considerado uno de los mayores exponentes del renacimiento aragonés, entre 1515 y 1519.
La tabla, que subasta el 31 de mayo la sala barcelonesa Balclis por un precio de salida de 85.000 euros, proviene “de una colección particular”, se limita a asegurar Enric Carranco, el especialista en pintura de la sala. Desde 1956, hasta una fecha indeterminada, perteneció a la colección del conde de Torroella de Montgrí y es inédita en el mercado. Nunca se había vendido en una subasta pública.
A diferencia de lo que pasó con la cuna y con otras obras que se han subastado en los últimos años, que han añadido nuevos elementos al enfrentamiento enconado de estas dos comunidades vecinas, aquí no habrá conflicto. Mientras fuentes del gobierno de Aragón, ni admiten ni niegan su interés por la obra, y se limitan a decir: “el Gobierno de Aragón está al tanto de la subasta y cuando termine, podremos decir qué se ha hecho y las razones”, desde la Generalitat de Cataluña aseguran de forma rotunda: “la posición es no comprar”.
“Nosotros somos ajenos a cualquier polémica. El mercado es el que es. La pieza es magnífica, tiene todas las virtudes, y nuestra obligación es ponerla a disposición de los museos y coleccionistas. En este caso los herederos de unos coleccionistas nos piden venderlas y es lo que hacemos. No conozco a ninguna sala de subastas que espere a que una circunstancia sean más o menos favorable para sacar una pieza a la venta”, explica Carranco, sobre la idoneidad de vender esta obra en este momento, convencido de que “cualquier cosa que se aleje de lo artístico no influye para nada en la voluntad de un coleccionista. No creo que la polémica influya para nada. Solo interesa que sea auténtica y todo esté legal”.
Como muchos de los retablos que pasaron al mercado, el mayor de Sijena fue desmontado en el siglo XVII y sustituido por un nuevo retablo escultórico y las tablas guardadas en diferentes dependencias del monasterio. No fue hasta el siglo XIX cuando comenzó la dispersión de las diferentes tablas. Las primeras fueron las 14 trasladadas a la iglesia de la Albelda, en Tamarit de Llitera, que fueron destruidas durante la guerra civil. El Museo de Huesca tiene cuatro tablas más, dos más el Museo de Bellas Artes de Zaragoza y cuatro el Museo Diocesano de Lleida. El MNAC desde 1956 posee una tabla que había pertenecido a la colección Muntadas. En mayo de 2003 fue vendida la última de estas piezas en una casa de subastas de Madrid. Antes había estado en una colección de Estados Unidos y luego de Londres. La compró el Ministerio de Cultura por 90.000 euros que la entregó en depósito en el Museo del Prado, donde permanece desde entonces expuesta al público. “La obra que vendemos es de la misma procedencia y del mismo tamaño que la del Prado, por eso está tasada en un precio similar”, remacha Carranco.
Lluís Dalmau, a la venta por primera vez
"Subastamos obras excepcionales en las que nadie se ha fijado", se queja Carranco. Entre ellas, Martirio de Sant Baudilio, de Lluís Dalmau valorada en 125.000 euros que proviene del retablo de Sant Boi. "Es la primera vez que se vende una obra de este autor fundamental del gótico catalán, introductor del gótico flamenco en España que viajó pagado por el rey para trabajar en el taller de los Van Eyck. Se va a vender independientemente de que se hable de ella o no por su calidad artística e histórica". No es la única. Otra de las piezas fundamentales es Olivos de Mallorca, realizado en 1901 por Joaquim Mir que se vende por 125.000 euros también. "Es una obra importantísima", sentencia Carranco.
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