Alcorcón reivindica sus castillos
El municipio pide al Gobierno regional que declare el conjunto histórico de Valderas bien de interés cultural
Dos castillos de principios del siglo pasado se alzan sobre una pequeña montaña en la zona norte de Alcorcón. Desde ellos se contempla gran parte del municipio y el cercano Cuatro Vientos. Estos inmuebles han sufrido múltiples vicisitudes desde que el tercer marqués de Valderas, José Sanchiz de Quesada, mandara su construcción. El Ayuntamiento, gobernado por el PP, ha iniciado los trámites para que este conjunto sea declarado bien de interés cultural (BIC), lo que supone una de las mayores protecciones arquitectónicas, justo cuando se cumple su primer centenario.
Sanchiz de Quesada era capitán del regimiento de artillería de Cuatro Vientos. Se casó con Isabel Arróspide y Álvarez, tercera marquesa de Valderas. El marqués consorte fue adquiriendo las tierras cercanas a la base de Cuatro Vientos —el primer aeropuerto construido en España—. Cuando se hizo con unas parcelas de tamaño suficiente, encargó al arquitecto Luis Sainz de los Terreros el diseño y la construcción de los castillos. En principio, eran tres. El principal se abrió en 1917. Los otros dos estaban en un lateral y en la parte posterior. Uno se dedicó a la capilla particular bajo la advocación de San José y el otro estaba destinado a la servidumbre.
Los castillos se fueron convirtiendo en un referente de las fiestas de Madrid. Según los historiadores, pasó por ellos la alta sociedad de la época: Los Reyes, el dictador Primo de Rivera, el infante don Carlos (el abuelo materno del rey Juan Carlos) y otros muchos acudieron a esos actos.
Los edificios fueron restaurados en los noventa tras estar en ruina durante años
El sexto marqués de Valderas y bisnieto de los creadores de los castillos, Hipólito Sanchiz Álvarez de Toledo, recuerda que estos inmuebles y la actividad que se desarrollaba en ellos fueron “un hito” para Alcorcón. De hecho, ellos pagaron las acometidas de la luz y el agua para el municipio. “Fueron unos filántropos. Mi bisabuela, por ejemplo regalaba el armario de la alcoba a todas las parejas que se casaban”, describe Sanchiz, que es profesor de Arqueología e Historia Antigua de Oriente Próximo en la universidad San Pablo CEU. Todo ello le valió a su antecesor ser nombrado hijo adoptivo y alcalde honorario perpetuo.
En los castillos se estableció el 4 de noviembre de 1936 el cuartel general de primera línea de la zona nacional, con una emisora dirigida por Gregorio Marañón, hijo. Los historiadores cuentan que allí se instaló incluso Francisco Franco y Emilio Mola durante la toma de Madrid.
Acabada la Guerra Civil, los castillos quedaron abandonados y, pese a su imponente presencia, cayeron en la ruina. La heredera los vendió en 1958 por 60 millones de pesetas a la constructora Sanahuja. Entonces ya solo quedaban dos palacios, ya que el tercero (el de la servidumbre) quedó derruido tras sufrir un incendio. Las monjas de la congregación Amor de Dios abrieron allí dos clases en las que enseñaban a los niños de la zona. Allí se mantuvieron hasta que lograron construir su propio colegio.
Las décadas posteriores fueron el declive total de los edificios. Se convirtieron en un lugar ruinoso al que acudían numerosos yonquis y okupas. También había reuniones de personas que decían que habían avistado ovnis. Este extremo nunca se confirmó y muchos creen que solo se trata de una leyenda urbana.
El Ayuntamiento de Alcorcón se hizo cargo de los castillos en 1985. Eso sí, tuvieron que pasar varios años hasta que acometió un plan de reforma de los edificios y la construcción de un enorme parque que los sacara de los escombros en los que se habían convertido. El coste de la inversión, que supuso dar un vuelco a una zona tan deteriorada, supuso 1.000 millones de pesetas (seis millones de euros). Los trabajos de rehabilitación los acometieron los arquitectos Enrique Fombella y Eduardo Paniagua, en enero de 1991.
El equipo de gobierno actual ha presentado ya toda la documentación necesaria en la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid para que sean declarados BIC, aprovechando la celebración de su centenario. “El conjunto reúne las características de valor arquitectónico e histórico necesarias para ser protegido para el futuro. Queremos reivindicar el papel que han jugado en la memoria de los vecinos de Alcorcón y que se conserven tal y como están como identidad del municipio”, explica el alcalde de Alcorcón, David Pérez (PP).
Para Hipólito Sanchiz, la idea de que se conviertan en BIC resulta “maravillosa”: “Supone una salvaguarda de la construcción y del valor histórico que tienen estos castillos y que no se podrán hacer intervenciones en ellos que los modifiquen”.
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