La fiscalía pide dos años de cárcel para una tendera que pegó a una invidente

La agresión se produjo a las 17.30 del 10 de febrero de 2016, cuando Iglesias acababa de recoger a su hijo de la academia de inglés. Como aquella tarde no le había llevado la merienda, decidió entrar en la tienda de alimentación José para comprarle un sándwich o unas galletas. El comerciante empezó a chillarla “perros, no; perros, no”, mientras la mujer intentaba explicarle que, al ser un perro-guía e ir sujeto con un arnés, podía acceder al local sin ninguna restricción. El dueño de la tienda le dijo que iba a llamar a la policía, pero no fue necesario. La invidente sacó su teléfono móvil y lo hizo ella.

La hermana de Iglesias la advirtió de que la iban a pegar, ya que en ese momento apareció la tendera. Esta cogió un palo de unos 50 centímetros de largura y la emprendió a golpes contra la mujer, que no pudo defenderse. Agredió tanto al perro guía, que se refugió entre las piernas de la mujer, como a la invidente. Esta recibió golpes en la cabeza, un hombro y en el pecho. No paró de golpearla hasta que salió a la calle. Cuando llegaron los agentes, detuvieron a la tendera y la trasladaron a comisaría acusada de un delito de lesiones. La agredida trabaja como estenotipista en la Audiencia Provincial de Madrid.

La fiscalía ha pedido la apertura de juicio oral contra Guanghong W., al considerar que los hechos son constitutivos de delito. Según el ministerio público, la acusada causó un traumatismo craneal con contusión en la zona parietal izquierda de la cabeza, además de lesiones que requirieron asistencia médica. La hermana también resultó agredida. Sufrió un hematoma en la cara posterior del antebrazo derecho y en la parte anterior del antebrazo izquierdo.

3.450 euros

Además de los dos años y cuatro meses de prisión, el fiscal pide para la acusada dos meses de multa a razón de 10 euros de cuota diaria (600 euros en total) y una indemnización para la mujer invidente de 3.150 euros y para su hermana de 300.

El escrito del abogado de la acusación particular resulta más beligerante con la acusada. Recuerda el letrado que la agresión no se produjo con un solo golpe a Iglesias, sino que “la acusada la golpeó en repetidas ocasiones tanto en el interior como en exterior de la tienda”. “Mi representada a efectos penales sufre una clara discapacidad que requiere una especial protección como así lo contemplan la legislación y la jurisprudencia”, mantiene el escrito.

El abogado califica de “absolutamente falso” el relato de hechos de la acusada de que golpeó a su clienta con el palo de una escoba y que solo lo utilizara para empujar a Iglesias fuera del local junto con Oreo. De hecho, el letrado pide que se aporte al juicio oral el palo decomisado por la policía el día en que ocurrió la agresión.

El caso está pendiente de que entre a reparto en los Juzgados de lo Penal y se fije una fecha para celebrar la vista oral.