Centro versus periferia
No hace falta buscar buenas actuaciones en la capital, los pueblos están muy vivos
Bien avanzada la segunda década del siglo 21 se reconoce, de diversas maneras, el valor de los grupos de rock surgidos en España un poco antes de agonizar el siglo anterior. La célebre movida madrileña se ha recordado estos días con los conciertos del 40 aniversario del famoso Penta, el bar de Malasaña citado en La Chica de ayer de Nacha Pop, o dentro de unos días en el homenaje a Manolo Tena, y en este finde con cuatro acontecimientos importantes.
Por un lado, hasta Pozuelo se acercan M-Clan, el grupo que a principios de los noventa y desde Murcia reivindicó el rock de trazo grueso frente a la ñoñería en la que se estaba cayendo en Madrid. En la Penélope, Inconscientes, aunque es un grupo de este siglo, está formado por miembros de Platero y Tú y Extremoduro, dos bandas también periféricas enfrentadas al poder acomodado de la capital. Desde Euskadi Lendakaris Muertos, que aun formados en este siglo, se inspiran en el punk del rock radical vasco de los ochenta. Y en Valdemorillo, en su plaza de toros de acústica difícil, bajo el confuso nombre de Memory Pop, se celebra un festival encabezado por Los Secretos, leyenda viva del pop de los ochenta y creadores de un estilo y escuela, con dos bandas más irrelevantes de aquella década, La Unión y Modestia Aparte.
Se desprende de lo anterior que no siempre hay que buscar buenas actuaciones en la capital. Los pueblos de la comunidad están muy vivos y en Torrelodones, por ejemplo, actúa esta noche (y al día siguiente en Carabanchel en una velada más de Desinstrumentados), los geniales Fetén Fetén y sus evocadores temas instrumentales. Y en Valdemorillo también, a la hora del vermú mañana actúa Pez Mago, el proyecto psicofolk del cantautor Lucas Álvarez.
Otro cantautor, Diego Cantero, de Murcia como M-Clan, esconde también su nombre bajo otra nominación: Funambulista. Y de tal guisa está desde ayer jueves hasta mañana sábado arrasando en el Joy. Los madrileños Sôber se encargan de aportar contundencia sonora en La Riviera está noche gracias a las canciones de Vulcano, el disco con el que han vuelto a resurgir con mucha fuerza y vigor cuando ya muchos le habían dado, equivocadamente, por acabado.
El actor Nancho Novo, respetable padre de familia de clase bien en la serie Amar es para siempre, vuelve casi al punto de partida retomando su grupo, Los Castigados sin Postre, para descargar esta noche su rock urbano en el nuevo Rock Ola, la sala que en José Abascal lleva meses recordando la otra mítica de los ochenta de la que toma el nombre.
Si la moderna electrónica pop para por los dos grupos alemanes que tocan hoy en la Arena, Mesh y T.O.Y., el jazz del futuro pasa por el joven y rebelde trompetista de Nueva Orleans Christian Scott, que ha añadido Tunde Adjuah a su nombre artístico como reivindicación de su origen esclavo negro. Aunque su música sea solo instrumental, sus conciertos resultan muy políticos y enfrentados a lo que representa Trump, y se verá el domingo en Clamores. Negra, llena de soul y funk es la música de los madrileños Cosmosoul, que cierra la semana con el concierto más tardío del Berlín.
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