El Parlament acelera la ley de ruptura tras la inhabilitación de Mas

Al día siguiente de que Artur Mas fuera inhabilitado por la justicia, el Parlament inició este martes la reforma del reglamento que permitirá aprobar la ley de ruptura en apenas dos horas y sin debate. La Mesa de la Cámara aprobó la creación de una ponencia conjunta para modificar el redactado actual con los votos a favor de Junts pel Sí (cuatro) y en contra (tres) del resto de fuerzas representadas. Toda la oposición ya ha anunciado que no participará en las reuniones por entender que la reforma pretende favorecer la estrategia independentista.

La reunión de la Mesa del Parlament estaba convocada antes de que se conociera la sentencia, pero la decisión llegó cuando no habían transcurrido ni 22 horas de la decisión judicial. Lo que no estaba previsto y sí resulta sintomático de la estrategia del independentismo y de sus prisas por aprobar la reforma del reglamento es que la primera reunión para constituir la ponencia se celebrará este jueves. Así lo decidió la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, que lo es también de la Comisión del Reglamento, que convocó a los diputados con un único punto en el orden del día: nombrar la ponencia redactora de la propuesta de reforma del reglamento.

Los cuatro grupos no independentistas (Ciudadanos, el PSC, Catalunya Sí que es Pot y el PP) anunciaron que no acudirán a esa ni a ninguna otra reunión. Así las cosas, difícilmente puede denominarse “ponencia conjunta”, pues solo estarán representados Junts pel Sí y la CUP. La oposición entiende que se está reproduciendo el escenario del año pasado, cuando se crearon las ponencias para aprobar tres leyes de desconexión y solo participaron los dos grupos independentistas. El Tribunal Constitucional acabó sentenciando el pasado mes de diciembre que redactar leyes de esa manera supone una vulneración de los derechos de los diputados y dio la razón a la oposición.

Con su ausencia en la ponencia, Junts pel Sí y la CUP podrán acelerar aún más la reforma del Reglamento, pues ambos grupos se pondrán fácilmente de acuerdo y se evitará la habitual negociación de enmiendas. Serán diversos artículos los que se modificarán, pero la reforma está pensada con un objetivo muy claro: cambiar el redactado del artículo 135.2 para permitir que un solo grupo pueda presentar una proposición de ley ante la Cámara y se pueda aprobar por el procedimiento de urgencia de lectura única. Esta vía está reservada ahora al acuerdo unánime de todos los grupos parlamentarios o cuando se trate de un proyecto de ley impulsado por el Gobierno catalán.

Sin debate parlamentario

Los reglamentos de las Cortes y de otras Cámaras contienen previsiones similares. La diferencia en el caso catalán es que el Pleno del Parlament puede modificar sobre la marcha el orden del día y aprobar a renglón seguido una ley sin el debate habitual. El Congreso de los Diputados no permite esa inmediatez, sino que reduce a la mitad los plazos cuando se emplea el procedimiento de urgencia.

La reforma del reglamento del Parlament facilitará la aprobación de la ley de ruptura que ya han pactado y que esconden Junts pel Sí y la CUP, con mayoría en la Cámara. La elección del día quedará al albur de su estrategia y de la situación política creada, especialmente con el desenlace de los procesos judiciales en marcha contra líderes independentistas.

Con esta reforma se pretende esquivar que la ley de ruptura sea impugnada ante el Tribunal Constitucional por el Gobierno de Mariano Rajoy antes de su aprobación. El independentismo considera que esa ley es la piedra angular de su estrategia y ha de permitir la transición legal de la Cataluña autónoma al futuro Estado independiente. Además, debería amparar la convocatoria del referéndum prometido por Carles Puigdemont, a más tardar, para septiembre.