La prisión Modelo de Barcelona cerrará en junio
Los reclusos serán trasladados a Brians 1, que será el nuevo centro de presos preventivos masculinos
Esta vez sí: la cárcel Modelo de Barcelona echa el cierre. El consejero de Justicia, Carles Mundó, ha puesto este lunes fecha de caducidad al penal tras 113 años de historia: junio de 2017. Brians 1, a 40 kilómetros de la ciudad, será el nuevo centro de presos preventivos de referencia. La clausura de la Modelo —y su devolución al Ayuntamiento de Barcelona, que la convertirá en un área de equipamientos— obligará a Justicia a trasladar a internos entre prisiones y a abordar las consecuencias de una decisión que afecta a los presos, pero también a sus familiares, a abogados, a funcionarios, a mossos e incluso a jueces.
Hace un mes, Mundó avanzó en TV-3 que la Modelo cerraría a lo largo de este año. Y que, a diferencia de lo anunciado hasta ese momento, lo haría sin que antes se hubiese construido un nuevo centro de preventivos en la Zona Franca de Barcelona. La noticia cogió desprevenidos a los operadores jurídicos, que alertaron de sus efectos adversos. La idea de construir un centro de preventivos —con capacidad para apenas 300 personas— en la Zona Franca se ha retomado. Pero no será una realidad hasta, al menos, 2025.
De modo que los 750 preventivos que alberga ahora la vetusta Modelo serán trasladados a la cárcel de Brians, en Sant Esteve Sesrovires (Baix Llobregat). La decisión lleva a Justicia a acometer una operación logística —“un puzzle”, resumió el consejero— que comienza hoy mismo, con el traslado de presos que cumplen condena desde Brians 1 hasta otros centros de Cataluña. La Modelo empezará a vaciarse de preventivos el 20 de abril y deberá estar despejada “antes del verano”. “En junio”, concretó Mundó, que sin embargo no puso fecha para la “devolución de llaves al propietario”, el Ayuntamiento, aunque afirmó que también será a lo largo de 2017.
Los vecinos: "No bajamos la guardia"
"Esta vez nos lo creemos". Exultante está el presidente de la asociación de vecino de la Izquierda del Eixample, Toni Colomina, ante la confirmación oficial de que la Modelo cerrará este mes de junio. Aún así, advierte: "No bajamos la guardia". Para los vecinos son tantas décadas y alcaldes y consejeros prometiendo el cierre, que la noticia, a pesar de que ha ido tomando forma en las últimas semanas, todavía les sorprende. Han empapelado el barrio con carteles que recuerdan sus reivindicaciones.
El consejero Mundó explicó a los vecinos que "entregarán las llaves al Ayuntamiento" cuando salga el último recluso. Entonces, dice Colomina, "empezaremos a apretar" para que la recuperación del espacio tan largamente reivindicado (el plan director es de 2009, hace tres alcaldes) tome forma. Entre los equipamientos comprometidos figura una guardería, una escuela, casal para mayores otro para jóvenes y un memorial, además de zonas verdes.
El cierre de la Modelo “tiene dificultades”, pero son poca cosa comparadas con las ventajas, defendió Mundó. Para empezar, atiende a una “reivindicación histórica” de los vecinos de L’Esquerra de l’Eixample, que llevan años pidiendo que se derribe el recinto. Entre los equipamientos comprometidos figura una guardería, una escuela, un casal para mayores, otro para jóvenes y un memorial, además de zonas verdes.
“Esta vez nos lo creemos, pero no bajaremos la guardia”, proclamó, exultante, el presidente de la asociación de vecinos de l’Esquerra de L’Eixample, Toni Colomina. La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, también señaló que el Consistorio estará “atento” para que “se cumpla el calendario” trazado por Justicia y pueda empezar a “determinar los usos” del recinto. “Todo el trabajo hecho en los últimos meses ha sido riguroso y básico para empezar a caminar”, defendió Sanz.
Además de satisfacer a los vecinos, cerrar la Modelo supone un ahorro y es por ello “una decisión responsable”, defendió el consejero. Las instalaciones están en tan mal estado que, para mantenerlas vivas unos años más, necesitan una inversión de no menos de 25 millones de euros. Mundó afirmó que el departamento ha estudiado a fondo las consecuencias de cerrar la Modelo. La decisión es posible, dijo, porque hay capacidad de sobra: casi 3.500 de las 10.500 plazas disponibles ahora están libres. Las cárceles están ahora al 67% de su capacidad, y lo estarán al 73% una vez cierre la Modelo.
Los operadores jurídicos señalaron como una de las dificultades la distancia (37 kilómetros desde Barcelona) que puede complicar las visitas de familiares y abogados a los preventivos, así como los traslados de presos por parte de los Mossos. Mundó intentó responder todos los frentes: dijo que “se duplicarán las ayudas económicas” para el transporte de familiares; que los presos serán reubicados “en función de su vinculación familiar y las comunicaciones que reciben”, y anunció que se instalarán ocho salas de videoconferencia en Brians 1 para evitar viajes de abogados.
El otro escollo son los sindicatos de prisiones. Justicia les comunicó que “todos los puestos de trabajo están garantizados” y que, con el cierre de la Modelo, “se reforzarán las plantillas de los otros centros”.
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