La Generalitat quiere cerrar las tres cárceles barcelonesas en ocho años
El consejero Mundó no aclara si clausurará la prisión Modelo en 2017
La Generalitat presentó este martes el enésimo mapa penitenciario de Barcelona, que gira siempre alrededor de la Modelo, una prisión que dirigentes políticos de todas las épocas y colores han prometido cerrar pero ninguno lo ha logrado. El consejero de Justicia, Carles Mundó, aseguró que en ocho años como máximo todas las prisiones actuales de la ciudad estarán clausuradas (Modelo, Wad-Ras y Trinitat Vella). En su lugar, se estrenarán dos centros en Zona Franca, uno abierto y otro para presos preventivos y para mujeres. La Generalitat ha reservado ya 32 de los 108 millones que se prevé que costarán.
Pero en ese anuncio, Mundó no abordó cuál será el futuro inmediato que le espera a la tradicional prisión de hombres, ubicada en el corazón de la ciudad, y que tiene unos 800 internos en la actualidad. “La decisión sobre el cierre de la Modelo se tomará durante el mes de febrero. En pocas semanas explicaremos cuál es la decisión y sus efectos”, dijo Mundó.
El Ayuntamiento y la Generalitat presentaron el pasado 10 de enero un convenio conforme el Consistorio cedía unos terrenos para que se levantasen las dos prisiones en la Zona Franca y anunciaron el derribo de la Modelo y de Trinitat Vella. Ya entonces, los responsables políticos eludieron dar una fecha de cierre para no verse comprometidos por la hemeroteca, como les ocurrió a sus antecesores. El expresidente Artur Mas y el exalcalde Xavier Trias presentaron otro convenio distinto, según el cual la Modelo ya estaría cerrada en 2017.
Posteriormente, Mundó sí deslizó en TV-3 que su intención es cerrar la tradicional cárcel sin necesidad de que estén ya en funcionamiento las de Zona Franca, y distribuir los presos (muchos de ellos preventivos) en el resto de centros penitenciarios. La voluntad de la Generalitat es materializarlo este año.
Temor a la clausura
“Una vez más el señor Mundó prefiere actuar a golpe de titular y de ruedas de prensa. No teníamos ningún tipo de noticia sobre esto”, lamentó por teléfono el responsable del sindicato mayoritario en prisiones, Juan Carlos Escudero, de CSI-F, sobre el cierre de todas las prisiones en ocho años, también Wad-Ras. Los sindicatos temen que la clausura apresurada de la Modelo suponga el despido de trabajadores o el traslado a puestos que no sean acordes a las funciones que desarrollaban hasta el momento. “No nos oponemos, pero se tiene que hacer de forma gradual, por fases y con sentido común”, añadió. A su entender, un cierre exprés provocará masificación en las prisiones existentes. Justicia asegura que hay 3.000 plazas libres, pero según CSI-F, de esas plazas solo 1.000 pueden utilizarse realmente. A lo que hay que sumar el problema de los “entre 80 y 90” traslados de presos preventivos diarios a la Ciudad de la Justicia.
Escudero pone en duda incluso que se llegue a construir el centro de preventivos en Zona Franca. Según los datos presentados este martes por Mundó, el centro abierto estará acabado en cuatro años (2021); el de mujeres y preventivos, en ocho (2025). Un breve esquema de una página entregado a la prensa especificaba que entre los dos tendrán capacidad para 1.500 internos (800 y 700, respectivamente) divididos en 13.000 metros cuadrados los primeros, y 55.000 los segundos.
El mapa penitenciario catalán se ha visto sujeto a constantes modificaciones en los últimos años. Durante la etapa del tripartito al frente de la Generalitat, se planeó la licitación de nuevas prisiones, y ya entonces se proyectó una cárcel en la Zona Franca, que debía sustituir a la Modelo.
Pero con la crisis, el nuevo Gobierno de CiU echó marcha atrás y acabó con los planes de construir una cárcel en la Zona Franca tal y como la había diseñado el tripartito. Estaba “sobredimensionado”, adujeron. Eso hizo que la Generalitat tuviese que indemnizar con 2,7 millones a las empresas que constituyeron la Sociedad Superficiaria Preventivos Zona Franca. Aunque luego Mas resucitó la idea, de la mano de Trias, y ahora es el Gobierno de Puigdemont, con Colau, quien se la ha hecho suya.
Las nuevas prisiones de Zona Franca
Centro abierto
El centro abierto de la Zona Franca tendrá capacidad para 800 personas, divididas en un espacio de 13.000 metros cuadrados. El Gobierno catalán prevé destinar 33,3 millones a su construcción. Calcula que las obras empezarán a finales de 2018. En su calendario, la Generalitat prevé inaugurar el nuevo centro a principios del año 2021.
Centro de preventivos y de mujeres
El centro de preventivos y de mujeres tendrá capacidad para 700 personas, que se distribuirán en una superficie de 55.000 metros cuadrados. Estará diseñado con “visión de género”. La Generalitat prevé que la construcción de la prisión empiece a finales de 2021, cuando ya hayan acabado las obras de la de preventivos. El equipamiento debe estar finalizado e inaugurado a finales de 2025, en ocho años. Los costes estimados de esta obra son de 75 millones de euros.
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