Miles de perros abandonados en Madrid son adoptados cada año en otros países europeos
Algunas protectoras de Madrid dan en adopción hasta el 80% de sus animales a países extranjeros
Catavino, de siete años, tiene listo su pasaporte para viajar a Suiza, donde por fin conocerá a su familia. Es un bodeguero tricolor —blanco, marrón y negro— que fue recogido en Torres de Alameda, en septiembre del año pasado por la Protectora de Animales Alba. Dos meses después se tuvo que someter a una operación a corazón abierto y desde entonces espera ser adoptado. “Por más difusión que le dimos, nadie en España lo quiso, aquí solo quieren adoptar a los cachorros”, cuenta José Antonio Suárez, vicepresidente de la protectora. Catavino es parte del 80% de animales acogidos por Alba que son adoptados en países extranjeros.
En la Comunidad de Madrid se abandonan 5.883 animales —entre perros y gatos— al año, según las últimas cifras que posee la Consejería de Medio Ambiente. Sin embargo, la Federación de Asociaciones Protectoras y de Defensa Animal de la Comunidad de Madrid (Fapam) no está de acuerdo con esa cifra. "Hay muchas asociaciones que trabajan con casas de acogida o empresas que no están obligadas a entregar sus cifras. Creemos que se abandonan más de 10.000", detalla Matilde Cubillo, presidenta de la Fapam.
Alemania, Francia, Suiza y Bélgica, que tienen regulado el tema del abandono, buscan en España animales para adoptar. "En esos países la balanza entre animales abandonados y adoptados está muy equilibrada. Si quieren adoptar allí no hay oferta disponible y acudan a países como el nuestro", explica Laura Rodríguez, portavoz de la Fundación Affinity, la única entidad española que analiza el abandono contactando a casi mil protectoras y ayuntamientos.
Las asociaciones agregan que la adopción desde el extranjero se debe a la falta de conciencia animal que existe en España y que se ve reflejada en la no esterilización de los perros o en que la mayoría no tiene el microchip que los identifique. En cuanto a la adopción internacional, cada asociación funciona de manera distinta. Son muy cuidadosas con el seguimiento del animal para evitar darlos en adopción a protectoras que puedan lucrar con el animal. “Nosotros sabemos que estos perros no van a terminar como salchichas. Hacemos una entrevista para ver si la familia es idónea. Los transportes y las protectoras son certificados por la Comunidad y mantenemos el contacto con las familias para siempre”, cuenta Suárez, de Alba.
La Asociación las Nieves, que desde 2001 envía perros a Alemania y Bélgica, ha conseguido que más de 4.000 de animales haya encontrado un hogar en el extranjero.“Lamentablemente el criterio lo marca más el adoptante español, que solo quiere cachorritos”, cuenta Mari Carmen Quejido, secretaria de la asociación. Los envían con sus vacunas, desparasitados y esterilizados. El transporte corre por cuenta de la protectora extranjera, que posteriormente pide un donativo a la familia adoptante. Sin embargo, desde la Fapam aseguran que lo más común es que las protectoras españolas se hagan cargo del traslado.
La protectora Alba realiza un viaje al extranjero cada 40 días con 80 animales en su furgoneta. El coste es de 2.000 euros, que se consigue a través de donaciones de las protectoras internacionales, las que ejercen de puente entre la familia interesada y España. Las aportaciones de los 600 socios también ayudan a la financiación. La Asociación Nacional Amigos de los Animales (ANAA) trabaja hace 20 años con protectoras de Alemania. Las protectoras germanas comunican qué tipo de perro necesita una familia en particular. ANAA lo ubica y lo envía en avión, lo que les significa un coste entre 120 a 200 euros o en furgoneta por 70 euros. Las protectoras les aportan dinero periódicamente o les dan donativos mensuales.
Cubillo, de la Fapam, afirma que “en España nunca se adoptan perros sin un ojo o sin una pata, pero en países como en Alemania o Bélgica es lo contrario”. Cubillo está preocupada por la normativa “sacrificio cero” aprobada por la Comunidad de Madrid en julio de 2016. “Es un problema muy grande porque no se han presupuestado campañas gordas para reducir el abandono. No sé si los miles de perros abandonados en la Comunidad van a encontrar familia”, comenta. Antes de la ley, si nadie reclamaba a un perro abandonado entre los 10 y 19 días, los centros municipales los sacrificaban.
La recomendación de las asociaciones para frenar el tema del abandono es la esterlización previa al sacrificio cero. A los ciudadanos les piden una reflexión mayor antes de incorporar un animal a su vida, ya que supone un compromiso que puede durar 20 años. Un portavoz de ANAA comenta que los adoptantes españoles se enfadan cuando están tres horas en la protectora para poder llevarse un perro, mientras que en países como Alemania o Suiza son capaces de visitarlos durante nueve meses para generar un vínculo. A Catavino sus futuros dueños lo conocieron a través de Internet y ya le tienen listo su nuevo hogar en la localidad de New Graceland.
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