Sáenz de Santamaría receta a Puigdemont “estabilidad institucional”
El Gobierno visita las obras de la lanzadera ferroviaria al Prat sin representantes de la Generalitat
Las obras de la lanzadera ferroviaria entre el centro de Barcelona y la Terminal 1 del aeropuerto de El Prat han servido de argumento este viernes a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para afirmar que obras de ese volumen –285 millones de euros para una primera fase—requieren de “diálogo, cooperación y estabilidad institucional”. Lo cierto, sin embargo, es que la veloz visita de obras protagonizada por Sáenz de Santamaría, el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna; y el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, no han contado con ningún responsable de la Generalitat porque no han sido invitados.
La referencia a la estabilidad institucional es un aviso también al Gobierno catalán, que el sábado pasado se aseguró la aprobación de los Presupuestos para 2017 gracias a los votos de la CUP pero que, en cambio, no se ha asegurado la fidelidad de los antisistema para gestionar su día a día en la Cámara catalana y en el Ejecutivo.
Fuentes del Gobierno han señalado que no se había cursado invitación, al considerarse que solo era una visita de obras, como tampoco se había planteado la asistencia de representantes del Ayuntamiento de El Prat. Sí que estaban presentes, sin embargo, directivos de las empresas constructoras, de Adif y del aeropuerto de Barcelona.
La ausencia de dirigentes autonómicos muestra el difícil momento en el que se encuentra la denominada operación diálogo y las relaciones entre el Gobierno central y el catalán tras una semana compleja por las revelaciones del exjuez Santi Vidal sobre el proceso independentista, el apoyo de la CUP a los Presupuestos autonómicos y la amenaza desde el Gobierno de que la convocatoria del referéndum desencadenaría medidas para frenarlo. Todo eso cuando faltan apenas tres días días para el inicio del juicio a Artur Mas por su participación en la convocatoria de la consulta del 9-N, que está previsto que se convierta en un acto masivo de reivindicación independentista.
En ese contexto, la delegación del Gobierno ha organizado una visita exprés a la zona de pistas del aeropuerto, donde las máquinas trabajan desde hace semanas. Allí, sin admitir preguntas, Sáenz de Santamaría ha destacado “el esfuerzo de inversión” de la obra y la relevancia de Cataluña como motor económico y ha sentenciado que “el Gobierno de España lo es también de los catalanes”, sentencia extraña en boca de los representantes del Ejecutivo español que visitan la comunidad.
Las infraestructuras son una de las patas a través de las cuales el Gobierno central quiere seducir al catalán para intentar abrir una vía de diálogo, siempre y cuando no se trate la convocatoria de referéndum prevista para septiembre próximo. De ahí los esfuerzos efectuados sobre todo por la vicepresidenta, quien ha afirmado que Cataluña fue la segunda comunidad más beneficiada por las inversiones del Ministerio de Fomento en el lustro 2012-2016 y ha señalado que están elaborando un nuevo Plan de Cercanías para Cataluña.
Las obras de la línea ferroviaria convencional hasta la Terminal 1 de El Prat llegan tarde. La instalación se puso en marcha hace siete años y la licitación para que el tren llegara hasta allí dormía el sueño de los justos desde 2010, adjudicada pero sin ejecutarse.
Presionada por la Generalitat, que ideó la puesta en marcha de un servicio de trenes lanzadera que unieran el centro de Barcelona con la Terminal 1, el Ministerio de Fomento anunció el inicio de las obras en julio de 2015 y este viernes el actual ministro ha señalado que la primera fase de las obras –túneles y estructura básica-- concluirá en diciembre de 2018. Hasta ahora se ha ejecutado un 25%, tras invertirse 60 de los 285 millones previstos. Ni De la Serna ni Adif han querido desvelar cuándo está prevista la inauguración de la instalación, que superará previsiblemente 2019.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.