Los votantes de la CUP suspenden con un 4,84 la gestión de Puigdemont
Una sondeo del CEO arroja que los simpatizantes del PSC puntuan mejor al Gobierno que los anticapitalistas
El Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO) ha elaborado una encuesta que arroja que la mayoría de los ciudadanos catalanes aprobaría la gestión del último año del Gobierno de Carles Puigdemont con un 5,5. El sondeo, elaborado sobre un universo de 1.700 personas, apunta que los simpatizantes de Junts pel Sí validan la gestión del president con un 6,65 mientras los de la CUP lo suspenden con un 4,84. Curiosamente, los del PSC puntúan al Ejecutivo con mejor nota —4,89— que los anticapitalistas. Los simpatizantes de Sí que es Pot puntúan con un 4,66% y los del PP con un 4,47%Sí que es Pot. Un 72% de los consultados, en cualquier caso, aprueba la gestión.
Los simpatizantes de la CUP tienen más seguros médicos que los del PP
El estudio arroja datos llamativos como, por ejemplo, que los simpatizantes de la CUP tienen más seguros médicos que los que dicen ser votantes del PP. Según el sondeo, los votantes de Ciudadanos son quienes más tienen suscritas esas pólizas (un 41%), seguidos de los de Junts pel Sí (un 38%) y en tercer lugar por los de la CUP (29%). En última posición figurarían los del PP con un 18,5%. Este último porcentaje se repite, en el caso de los simpatizantes populares, en el apartado de quienes dicen tener plan de pensiones. Quienes más las suscriben son los electores de Junts pel Sí (26,8%) seguidos por los de la CUP (24%). Argelaguet avisó en cualquier caso que es difícil extrapolar estos datos porque no todos los consultados quierene revelar si realmente tienen concertados esos servicios privados.
Por oto lado, la CUP siempre alude para argumentar la necesidad de aumentar la presión fiscal a las clases más acomodadas que el 80% de los catalanes, según los sondeos del CEO, está favor de aplicar esa medida. El asunto ha sido capital en la negociación presupuestaria con Junts pel Sí, que se ha negado en redondo a aumentar la presión fiscal a uno de los tributos que plantearon los anticapitalistas: IRPF en su tramo autonómico; Sucesiones y Donaciones y Patrimonio. Sin embargo, en el estudio no figura esa pregunta y sí aparecen las siguientes: ¿Está a favor de mantener los actuales impuestos para mantener los mismos servicios? (sí un 56,6%); ¿Pagar más a cambio de mejorarlos? (sí, un 33%); ¿bajarlos en su detrimento? (sí, un 14%) y subirlos para mantener los mismos, un 13%. “Hemos intentado hacer un equilibrio entre pagar más impuestos y mantener los servicios y ver la distintas alternativas que había”, ha señalado el director del CEO.
Pese a la valoración de los votantes de la CUP, el Ejecutivo de Puigdemont aprueba globalmente su gestión al considerar más de un 52% que el funcionamiento de la Administración es bueno o bastante bueno, cuando en 2011 ese porcentaje se situaba en un 36,2%. Curiosamente, los simpatizantes de Ciudadanos puntúan ese apartado mejor que los de la CUP. En 23 apartados, el Gobierno aprueba en 17 y suspende en seis, por este orden (ayudas a empresas, vivienda, desigualdades sociales, justicia, lucha contra el paro y contra la temporalidad de los contratos). Todos los simpatizantes de todos los partidos suspenden al Gobierno su gestión sobre el paro. El estudio arroja, además, otro dato revelador: la mayoría de encuestados no ha sabido decir lo qué ha hecho mejor el Gobierno (56%) o lo que ha hecho peor (46%).
El sondeo, que no es un barómetro y no recoge en este caso la intención de voto de los encuestados y la valoración de los políticos, apunta que un 32,9% de los consultados considera que su principal preocupación es el paro y la precariedad laboral; seguido en un 25,6% por la relación entre Cataluña-España. El tercer lugar lo ocuparía, con un 23,3%, la insatisfacción con los políticos. El estudio demoscópico refleja que ha habido un cambio sustancial en esa escala de valores respecto al último con el que se puede comparar, que data de 2011.
Entonces, el 67,2% admitía que el funcionamiento de la economía era su principal preocupación mientras su segunda inquietud eran las prestaciones sanitarias. El conflicto soberanista no figuraba entonces y solo un 10% apuntó a la cuestión de la "crisis" de la identidad catalana. Los datos revelan que hace seis años dos de cada tres catalanes creían que la economía era su principal problema cuando ahora es uno de cada tres.
Jordi Argelaget, director del CEO, ha explicado que en este periodo de seis años se ha constatado como ha disminuido la preocupación por el paro al señalar que solo uno de cada tres —y no dos de cada tres— considera que es su primera preocupación mientras ahora uno de cada cuatro apunta las relaciones Cataluña-España. "No quiere decir que todos ellos sean independentistas sino que es un tema que preocupa", ha señalado el responsable del organismo.
La encuesta no pregunta sobre el sentimiento independentista o de pertenencia a España y se limita a reflejar su sensación de identidad. En ese sentido, un 38% se considera tan español como catalán cuando en 2011 el porcentaje era del 31%. Los datos son muy similares a los de 2011 aunque ha aumentado levemente el número de personas que se sienten solo catalanas. La curva es la siguiente: solo españoles pasa del 5,1% al 4,9%; más españoles que catalanes del 9% al 6,3%; tan españoles como catalanes del 41% al 38%; más catalanes que españoles del 20% al 24% y solo catalán del 12% al 19%.
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