Puigdemont avisa que el referéndum se hará en 2017 de forma “indefectible”

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, despejó este sábado de un plumazo las dudas suscitadas el pasado viernes por Mercè Conesa, presidenta del Consejo Nacional del Partit Demòcrata Europeu de Catalunya (PDECat), sobre la conveniencia de celebrar el próximo año el referéndum secesionista. “El referéndum se celebrará el 2017 de manera indefectible”, replicó el president, que propondrá en la cumbre del viernes convertir el Pacto Nacional por el Derecho a Decidir por el Pacto por el referéndum. Conesa había pedido un ejercicio de realismo al cuestionar la viabilidad de la votación. El vicepresidente Oriol Junqueras aprovechó el aparente titubeo de su socio para anunciar que ERC reserva un millón de euros para la eventual campaña de a favor del sí.

En el acto de presentación del emblema del partido, el presidente enterró las dudas suscitadas por el referéndum en su formación que trascendieron justo el día que el independentismo se movilizó para arropar a la presidenta del Parlament por su declaración ante el juez. Forcadell declaró como presunta autora de los delitos de desobediencia y prevaricación al haber permitido un debate en la Cámara sobre el proceso constituyente, anulado por el Tribunal Constitucional.

En su discurso, Puigdemont desautorizó a Conesa, presidenta de la Diputación de Barcelona, por las cautelas que expuso en una entrevista en Nació Digital avisando que el referéndum “quizá no se podrá hacer”. Conesa alertó que la Generalitat podría encontrarse en un callejón sin salida y verse obligada a saltar de la pantalla del referéndum a “la de las elecciones”. Puigdemont se esforzó en lanzar el mensaje de que la opinión de Conesa es minoritaria y achacó las dudas a aquellos, en alusión al Gobierno central, “que intentan atacar la fortaleza de las instituciones y las ilusiones de la gente”.

Como prueba irrefutable, se anunció el orden del día de la cumbre del viernes en la que están convocados todos los miembros del Pacto Nacional por el Derecho a decidir a los que propondrá transformar este órgano en el Pacto Nacional por el referéndum, según avanzó ayer La Vanguardia. El presidente, de paso, también cuestionó a la CUP después de que seis de sus diputados rompieran fotos del Rey en el Parlament. “Nosotros somos constructores. No desgarramos ni quemamos nada: a veces no es muy sexy pero nos gusta ser así”, dijo ironizando para ratificar su hoja de ruta. “Hecho el referéndum, habrá elecciones y el país necesitará un partido como el nuestro”, insistió.

Oriol Junqueras se anticipó a la reacción de Puigdemont y, ante el Consejo Nacional, puso blanco sobre negro que el compromiso de ERC con la secesión es incuestionable. “Todos sabíamos que el Estado y sus estructuras harían lo posible para poner trabas en nuestro camino hacia un estado independiente”, dijo Junqueras en el Consejo Nacional de ERC, que destinará un millón de euros para la campaña de la votación. “Nosotros somos serios y somos conscientes de que nos tenemos que preparar para hacerlo”, dijo.

Las dudas generadas por Conesa no pasaron desapercibidas en la CUP. Quim Arrufat, portavoz del secretariado, pidió a la presidenta del consejo del PDCat y a otros dirigentes de sus socios parlamentarios que no especulen con el referéndum. “Que dejen de devaluarlo, que no nos lo podemos cargar nosotros mismos”, lamentó. “Ya tenemos el Estado y a otras fuerzas políticas en Cataluña para cargárselo, para bloquearlo y tirarlo a la papelera”, afirmó lamentando que se vincule la suerte de esa consulta a la de los presupuestos. La también alcaldesa de Sant Cugat logró solo la complicidad del socialista Miquel Iceta —“Le debe estar cayendo la del pulpo”, dijo— que vaticinó nuevas elecciones: “O no se hará o será una triste copia del 9-N. Hay que intentar no repetir los mismos errores”.