Puigdemont cambia la hora de la cumbre por el referéndum para que asista Colau
El presidente de la Generalitat: “Votaremos, debatiremos y nos reuniremos”
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, participará el viernes de la próxima semana en la cumbre por el referéndum convocada por el presidente Carles Puigdemont. El jefe de gobierno catalán ha modificado la hora de la reunión para que la primera edil de Barcelona pueda asistir a la cita al coincidir esa jornada con el Pleno del Ayuntamiento de Barcelona en el que se debatirá el proyecto municipal de Presupuestos. El Gobierno catalán tiene mucho interés en que la alcaldesa participe en representación de los comunes, firmes partidarios del referéndum aunque no de convocarlo de forma unilateral. La asistencia de Colau refuerza la imagen en favor del derecho a decidir en Cataluña, que supera a los partidarios estrictamente de la independencia. 83 de los 135 diputados del Parlament apoya la votación.
El Gobierno catalán anunció la celebración de esa reunión justo el día después de que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, iniciara la operación diálogo de Cataluña negociando con el PSC y con Ciudadanos. La convocatoria de la cumbre tenía dos objetivos: demostrar a La Moncloa que no piensan modificar la hoja de ruta secesionista y, por otra, cumplir con la resolución del Parlament de organizar una cumbre sobre el referéndum, tal y como había exigido la CUP. El Gobierno catalán se propuso organizarla después de la asegurarse los votos de los anticapitalistas para tramitar los Presupuestos. El problema es que la CUP exigía la celebración de la cumbre antes del 31 de diciembre y apenas quedaban fechas para elegir. El problema de agenda generó que tanto Xavier Domènech como Joan Coscubiela se quejaran de aún no habían sido convocados oficialmente mostrando sus dudas de que la reunión se celebrara.
Puigdemont ha denunciado hoy la existencia de "un populismo constitucional que recorre el Estado" que quiere impedir el desarrollo de la soberanía de Cataluña. Sus declaraciones llegan después de que ayer el Constitucional suspendiese los acuerdos parlamentarios que fijan la convocatoria del referéndum. En una comparecencia en la Galería Gótica del Palau de la Generalitat, el jefe del Gobierno catalán ha señalado que, según esa corriente "los catalanes no tenemos derecho a votar y tampoco tenemos derecho a debatir y ya veremos si tendremos derecho a reunirnos".
La víspera de la declaración de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, en el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) por permitir una votación sobre el proceso soberanista, el presidente catalán ha señalado que a ese "populismo" Cataluña responderá con "democracia" y "votaremos, debatiremos y nos reuniremos". Puigdemont ha realizado estas declaraciones tras un encuentro mantenido con la presidenta del Gobierno balear, Francina Armengol, que visita Barcelona para celebrar el final del Año Llull.
Puigdemont ha puesto varios ejemplos de ese “populismo constitucional”: este viernes declara ante el juez Forcadell, se ha abierto el juicio contra el expresidente Mas y tres de sus consejeros por la celebración de la consulta del 9-N y los miembros de su Gobierno y de la mesa del Parlament estén advertidos por el Constitucional. Pese a los avisos, ha reiterado que su hoja de ruta se mantiene en los mismos términos, así como la celebración de la cumbre, prevista para el día 23, de los partidos favorables a convocar un referéndum. Asimismo, ha querido destacar la posición central de la coalición Junts pel Sí frente a las denuncias del Gobierno al proceso soberanista y a la posición de desobediencia que ha tomado la CUP. “Ellos saben que la estrategia de la desobediencia no es la nuestra y no la compartimos. Este Gobierno hace el trabajo de la mejor forma”.
Su estrategia no cambiará y ha ratificado en presencia de Francina Armengol que no piensa acudir a la Conferencia de Presidentes que Mariano Rajoy ha convocado para el 17 de enero. El presidente ha reiterado que al Gobierno del Estado no le ha interesado el sentido del voto de los catalanes ni el mandato parlamentario actual en una cámara con mayoría secesionista. Por ello, ha recordado que cuando Artur Mas asistió a la última conferencia convocada, en octubre de 2012, en Cataluña había 14 diputados independentistas y ahora hay 72. “Convocar una conferencia ignorando esa realidad es que no le interesa nada. Alguno de los 46 puntos son acuerdos no cumplidos. ¿Tenemos que ir cuando aún quedan pendientes cosas por cumplir? ¿Por qué razones ahora sería diferente? Es una reunión convencional como si no pasara nada”, ha dicho.
Con todo, la presidenta balear ha revelado que técnicos de las dos Administraciones comparten un grupo de trabajo técnico, integrado por expertos liderado por el catedrático de Economía Guillem López Casasnovas, en el que están estudiando fórmulas para mejorar la financiación de dos comunidades que son las que más aportan y las que menos reciben. La revelación ha parecido sorprender de entrada a Puigdemont que, en todo caso, ha recalcado que la Generalitat no piensa “renunciar” a ni un solo euro de los que les corresponden a los catalanes. Armengol ha rechazado asumir el papel de portavoz de la Generalitat y se ha limitado a decir que respeta la decisión de Puigdemont y que ella defenderá los intereses de los ciudadanos de Baleares. “Sufrimos una situación injusta”, ha dicho en alusión al modelo de financiación. "Soy federalista. Nuestro planteamiento es construir juntos. Le pediría al Gobierno que escuche e intente buscar soluciones. Esta situación compleja hay que tratarla desde el punto de vista político. El Gobierno de España y el catalán tendría que ir en esta dirección”.
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