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“Sacar a los indigentes sí o sí”

Los vigilantes de seguridad del aeropuerto de Barcelona denuncian que les obligan a hacer “la vida imposible” y expulsar a los mendigos

Alfonso L. Congostrina
Imagen de archivo del aeropuerto de Barcelona
Imagen de archivo del aeropuerto de BarcelonaGianluca Battista

Dos vigilantes de seguridad, miembros del sindicato Asociación de Vigilantes de Seguridad del Aeropuerto de Barcelona (AVSAB), han denunciado a la empresa Ilunion Seguridad SA —del grupo Once— por ordenar a sus trabajadores que hagan “la vida imposible” a los indigentes que deambulan por las instalaciones del aeropuerto del Prat.

La querella, tal y como publicó ayer la Cadena SER, fue presentada el pasado 24 de noviembre y en ella se denuncia que los vigilantes que trabajan en las dos terminales reciben instrucciones ocultas que obligan a “quitar las pertenencias (a los mendigos), despertarlos arbitrariamente si están durmiendo o quitarles la ropa de abrigo”.

Los dos denunciantes pertenecen al comité de empresa de la firma de seguridad y denuncian que desde la llegada del Metro a las instalaciones aeroportuarias los jefes han incrementado este tipo de órdenes. En la querella califican los hechos como “un delito continuado de coacciones y un delito continuado de incitación al odio y la violencia por razones discriminatorias”.

Una de las demandantes, Carmen Herrera —que también es presidenta de AVSAB— remarcó ayer, en la SER, que este tipo de órdenes llevan mucho tiempo dándose pero que en esta ocasión han podido acreditarlas gracias a un correo electrónico enviado por el gerente de la empresa del grupo Once. En la querella aparecen unos fragmentos de la misiva, enviada el pasado ocho de marzo, en la que se ordena: “Debemos sacar a las personas que no pueden estar en los terminales, que no viajen y que no hacen nada en el aeropuerto. Me refiero a los indigentes”. En el mismo correo aparecen expresiones como “hay que sacar a los indigentes sí o sí” e incluso amenazas a los vigilantes con dejarles sin empleo si no hacían la vida imposible a los mendigos.

Precisamente, tres vigilantes se enfrentan a una pena de dos años de prisión por agredir a un indigente un día después de recibir el citado correo.

Los denunciantes aseguran que la empresa obliga a los vigilantes a llevar un registro de los indigentes y a echarlos de las instalaciones “por cualquier medio”. El sindicato constata que es habitual ver a usuarios durmiendo en el suelo o bancos sin que sean molestados. Mientras que si se trata de personas sin hogar, que aseguran podría tratarse de una veintena, sí que existe la orden de expulsarlos.

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EL PAÍS se puso ayer en contacto con Ilunion Seguridad y un telefonista aseguró que nadie podía atendernos ya que “es viernes y se ha marchado todo el mundo”.

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