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Los colectivos animalistas declaran la guerra a la protectora de Alicante

El conflicto divide a PSOE y Guanyar en el gobierno municipal

La protectora de Alicante.
La protectora de Alicante.M. C. S.

La gestión de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas (SPAP) de Alicante ha puesto en pie de guerra a los colectivos animalistas y ha sembrado la discordia entre el PSPV-PSOE y Guanyar Alacant, socios junto a Compromís en el gobierno municipal. Más de una veintena de ONG y asociaciones ha convocado una concentración el próximo domingo para exigir la dimisión del actual administrador del servicio, Raúl Mérida, y el veterinario contratado por éste.

Los animalistas sostienen que no están prestando una atención adecuada a los perros y gatos que son rescatados de las calles, denuncian una absoluta falta de transparencia en la institución y le acusan incluso de maltratar a los animales y de realizar "cobros irregulares" a usuarios. Mérida niega estas acusaciones, pero el conflicto se ha trasladado al Ayuntamiento. La concejal de Protección Animal, Marisol Moreno, de Guanyar, respalda tácitamente a los convocantes, mientras que el alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, ha expresado públicamente su intención de acudir el domingo a las instalaciones de la protectora en la pedanía de Bacarot para apoyar su labor.

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La figura de Raúl Mérida concita grandes simpatías y, al mismo tiempo, un reguero de críticas. Desde hace varios lustros gestiona la recogida y custodia de perros y gatos sin dueño para los ayuntamientos de Alicante, Sant Joan d'Alacant, Mutxamel, El Campello, Agost y San Vicente del Raspeig. Según datos de sus opositores, por esa labor cobra cada año unos 157.000 euros más IVA, a través de una asociación sin ánimo de lucro.

Al mismo tiempo, una fundación internacional que lleva su nombre cuenta con un centro de rescate para animales salvajes y exóticos en la finca municipal El Roal, en el barrio de Tángel, donde residen desde tortugas, mapaches o serpientes hasta primates, linces y grandes felinos como pumas, tigres y leones. Esas últimas especies totalmente hacinadas, según los críticos.

El acuerdo que permite a la fundación Raúl Mérida tener su 'santuario animal' en un terreno público concluye el próximo 17 de diciembre. Su renovación se ha convertido en un nuevo punto de fricción en el tripartito que gobierna Alicante. La concejal Moreno, conocida como 'Marisol la Roja', elegida por la confluencida de izquierdas Guanyar y primera política que ocupa una concejalía de signo animalista en la historia del consistorio, se ha opuesto a la prórroga porque quiere crear un verdadero albergue municipal de animales en El Roal. El grupo socialista, sin embargo, con el alcalde Echávarri a la cabeza, quiere que Mérida siga tres años más. Por último, Compromís, que puede decantar la balanza en uno u otro sentido, trata de nadar entre dos aguas.

El asunto fue aparcado en la última junta local de gobierno por las diferencias existentes entre los socios de gobierno y volverá a debatirse en una junta extraordinaria de carácter urgente convocada para el próximo viernes. Moreno justifica su negativa a renovar con la fundación Raúl Mérida en la falta de permisos, pues según ella carece del convenio CITES que permite trabajar de forma continuada con especies salvajes protegidas y en peligro de extinción, así como de licencia de parque zoológico, por lo que los animales no pueden ser expuestos al público general.

Sin embargo, según la concejal, varios informes policiales constatan que las instalaciones sí recibe visitas de grupos con carácter educativo. Y si en una de ellas ocurriera un accidente, la concejalía teme que el ayuntamiento pueda ser considerado responsable civil del mismo.

El principal escollo para romper con Mérida radica en que él controla los únicos espacios en término de Alicante que tienen la catalogación de "núcleo zoólogico": Se trata de la finca El Roal, de titularidad municipal, y las instalaciones de Bacarot donde se ubica la protectora, en un terreno que cedido por la Generalitat.

La concejal Moreno aboga por trabajar con otras empresas y asociaciones que tengan una "visión más proteccionista" de la fauna. Propone cerrar el Arca de Noé, crear en El Roal un albergue para gatos y perros y trasladar los animales salvajes al centro que regenta Primadomus en Villena, donde viven monos de diferentes especies, grandes simios y grandes felinos. "Nuestra labor en la concejalía es fiscalizar estos espacios", recuerda la edil, mientras exhibe una fotografía donde se ve a dos leones encerrados en un habitáculo de apenas dos metros cuadrados como prueba de las pésimas condiciones de vida que padecen algunos felinos actualmente en El Roal.

En cuanto a la protectora, la concejal ha reconocido a EL PAÍS que Mérida ha incurrido en "algunos incumplimientos" del pliego de condiciones del servicio , pero los califica de "leves" y no son motivo suficiente para resolver el contrato. En cualquier caso, Moreno advierte de que la falta de medios en su área impide un control más estricto y la tramitación de sanciones.

La concejalía ha tenido conocimiento de un sinfín de denuncias contra la protectora, aunque la mayoría de ellas, tal y como admiten los propios denunciantes, "no llegan a ningún sito". "Nos hemos encontrado con algunas gatas que estaban embarazadas y eso no nos gustó porque la esterilización es obligatoria", explica Moreno.

La edil requirió en su día al responsable de la protectora para que presentara "informes más exactos" sobre la gestión del centro, firmara "el sacrificio cero" de animales o facilitara la presencia de voluntarios de lunes a domingo en las instalaciones para garantizar "la transparencia". Moreno lamenta la "desconfianza" que se ha instalado en las asociaciones defensoras de los derechos de los animales hacia el administrador del servicio, pues nadie está dispuesto a trabajar con él".

Las denuncias contra la protectora aluden a cahorros de perro que han contraído graves enfermedades en sus instalaciones o a gatos que fueron llevados sanos de allí y murieron poco después por no recibir la debida asistencia sanitaria. Pero también se refieren, según ha sabido Protección Animal, a "cobros irregulares" por un servicio que en principio es totalmente gratuito e incluso a malos tratos.

"No hablamos de ladrillos, sino de vidas, y cada día que pasa cuesta algunas vidas. Exigimos al ayuntamiento que estas prácticas cesen, que no queden impunes. Es el momento de decir basta. De que acabe un monopolio que está generando sufrimiento y muerte", han declarado este mediodía, en una rueda de prensa, Satur Martínez y Mar Puig, presidentas de Dignidad Animal y Cinco Hocicos, respectivamente.

Las más de veinte asociaciones y ONG que han convocado la concentración del domingo cuentan con el respaldo del Partido Animalista (PACMA) y de las secciones que trabajan en este ámbito en Podemos Elche, Podemos Alicante y EU del País Valencià. Los convocantes han pedido una reunión urgente al alcalde Echávarri para abordar la polémica de El Arca de Noé, pero éste no les ha respondido. En cambio, hoy mismo el primer edil ha anunciado hoy su intención de acudir el domingo a Bacarot para respaldar al responsable de la protectora.

Por su parte, Raúl Mérida, foco de todas las críticas, inmerso en el fuego cruzado de Guanyar y PSOE, resta importancia a la magnitud de la protesta y se defiende de las acusaciones. "Este año hemos pasado inspecciones del Seprona y una semanal del veterinario municipal. Ese veterinario, Francisco Mena, ha concluido en una auditoría realizada en noviembre que cumplimos todo lo establecido para ser un núcleo zoológico", ha aseverado a EL PAÍS. El aministrador de la protectora baraja emprender acciones legales contra los convocantes de la protesta. Por otro lado, amenaza con llevarse El Arca de Noé a Elche si el ayuntamiento de Alicante no le renueva la licencia para el centro de recuperación de animales salvajes.

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