Abandonos y malos tratos colapsan el albergue de animales de Alicante

La Sociedad Protectora de Animales de Alicante se enfrenta estos días a una auténtica "oleada" de abandonos y perros maltratados. El albergue está colapsado, y el personal voluntario que trabaja allí atiende a diario llamadas de emergencia ante la localización de un animal malherido, abandonado a su suerte o, en los casos más graves, muerto de la forma más cruel que pueda imaginarse. Cuando empiezan las vacaciones, decenas de propietarios acuden al albergue para deshacerse de sus mascotas.

Raúl Mérida, representante de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Alicante, destaca tres casos en la macabra lista de atrocidades con las que se ha encontrado en los últimos días: un perro que murió ahogado en el mar después de ser atado con una cuerda a una piedra, otro que fue quemado vivo, y un tercero degollado. La crueldad con los animales parece no tener límite.A estos casos, espeluznantes, hay que sumar, según Mérida, el enorme número de abandonos que se producen en Alicante. "Los dueños llegan al albergue y hacen cola para dejar a sus animales", señala Raúl Mérida.

Las instalaciones de la sociedad acogen actualmente a 270 perros, cerca de 100 gatos y un grupo de burros y caballos. Algo, sin embargo, ha cambiado en la conciencia humana. Antes, lo más común era el abandono en la calle, y ahora se opta por depositar a los animales en el albergue. Mérida subraya que las instalaciones sólo deben de ser consideradas como "un último refugio", y no el lugar ideal para la existencia del animal. "Nadie debe pensar que traerlos aquí es una solución", apuntó.

La Sociedad Protectora destaca el grave impacto que sufren los animales cuando son abandonados. "Los perros se impregnan de los dueños y sufren un shock muy fuerte cuando se les deja en otras manos".

Para que los propietarios se conciencien de la responsabilidad que entraña tener un animal, Mérida recuerda que la vida de un perro es cercana a los 16 años. Es decir, que no se trata de un capricho pasajero, y antes de adquirirlo o comprometerse a su mantenimiento y cuidado se debe pensar en que se trata de un ser vivo.

La asociación registra muchas entradas de cachorros. "La esterilización es una de las mejores opciones, porque no se puede tener camadas y después tirar a los perros", aconseja el responsable del albergue. Pese a que la temporada oficial de abandonos ha concluido -se calcula su inicio sobre 15 días antes de que comience la Semana Santa, con final en la primera quincena de julio-, la llegada de perros a las instalaciones no ha cesado este año. Aunque el albergue tramita un creciente número de donaciones, las cifras no guardan proporción. De cada cinco perros que entran, con suerte salen dos.

Para evitar esta situación, la protectora reclama la creación de una brigada policial especial, de ámbito comarcal, dedicada "en exclusividad" a luchar contra el maltrato y el abandono de animales. Su función, según señaló Mérida, sería la de "vigilar y expedientar a aquellos que no tengan los animales en condiciones o que los sometan a vejaciones". "Alicante", advierten, "se está convirtiendo en la capital europea del maltrato animal".