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LITERATURA

Guerra de palabras

Una pelea de gallos literaria en la que se compite escribiendo, en cinco minutos, textos en público

Sergio C. Fanjul
Uno de los 'luchadores' en las Batallas Literarias de Revista Eñe en MINI Hub.
Uno de los 'luchadores' en las Batallas Literarias de Revista Eñe en MINI Hub.Clara Bellés

Se notan los nervios, porque en breves momentos se va a liar muy parda. Está a punto de comenzar una batalla, pero aquí en vez de mamporros los que se blandirán son las palabras, la rapidez de los dedos, el ingenio. Los púgiles, en este caso escritores, competirán escribiendo en público durante periodos de entre cinco y siete minutos en diferentes eliminatorias hasta que solo quede uno, el vencedor. Como maestro de ceremonias y único juez ejerce el escritor Sergio del Molino: de su criterio dependerá quien pase las etapas clasificatorias y alcance la gloria. Lo que va a comenzar es la Batalla Literaria que el jueves organizó la revista Eñe en el espacio MiniHub.

“Esto es como un poetry slam o una batalla de gallos [las que celebran los raperos] pero sin más artificio que la palabra”, cuenta el escritor Diego Álvarez, autor de obras como el poemario Hidratante Olivia (Hiperión) o la reciente novela En sus manos ardió el bosque (Destino). “Sin embargo, escribir en público me parece un ejercicio dificilísimo, no por vergüenza, sino por motivos de concentración. Veremos si consigo superar este trauma”.

Comienzan las hostilidades: los escritores van saliendo a la palestra de dos en dos y ocupan sus ordenadores. Durante unos segundos se les muestra una imagen sobre la que deben inspirar su texto, y comienza a correr el tiempo. Sobre las pantallas el público puede ir siguiendo sus evoluciones literarias. “Ocho insensatos van a hacer aquí algo peor que desnudarse, que es escribir en público. Uno lo hace encerrado en su habitación, aquí lo veremos en unas condiciones que no querría para mí”, dice Sergio del Molino.

La cosa tiene su interés: en un par de frases uno ya sabe de qué pie cojea el escritor (y la persona): si es un cínico, o un cachondo, o engolado, o ingenioso, o un cortazariano irredento; deberían inventar algún tipo de análisis psicológico basado en este tipo de escritura. También se aprecia aquí la siempre oculta cocina de la prosa: las dudas, las correcciones, el momento mágico en el que se atrapa el flujo de ideas y todo va como la seda. Unos avanzan a trompicones, otros vuelven atrás una y otra vez, otros escriben como cohetes. Así van concursando Alba Ballesta, Martín Parra, Begoña Rodríguez, Carlos Ollero y Miguel Hernández (que no es poeta).

Quedan como finalistas Yolanda García y Sabina Urraca, que se enzarzan en una pelea literaria llena de humor y mala leche. García trata el eterno tema de la mudanza mientras que Urraca se decanta por las dificultades de la maternidad. Después de mucho dudarlo Del Molino hace ganadora a Urraca, por un texto que comienza así: "Le digo: cuando vuelva lo quiero todo igual. Cuando digo igual, en realidad me refiero a una época a la que es imposible trasladarse. Era un tiempo en el que yo vivía en ese local pijo reconvertido en piso y no tenía estos tres demonios de críos". La cosa acaba con un corte de manga.

“Lo cierto es que lo he pasado muy mal, con temblores y sudores fríos, sobre todo las primeras veces. Pero estaba acostumbrada a escribir rápido, por mi trabajo como periodista y a inspirarme en imágenes: empecé a escribir inspirada por los cuadros que me enseñaba mi padre”, declaró la campeona.

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Sobre la firma

Sergio C. Fanjul
Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980) es licenciado en Astrofísica y Máster en Periodismo. Tiene varios libros publicados y premios como el Paco Rabal de Periodismo Cultural o el Pablo García Baena de Poesía. Es profesor de escritura, guionista de TV, radiofonista en Poesía o Barbarie y performer poético. Desde 2009 firma columnas y artículos en El País.

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