Un policía local afronta cinco años de cárcel por pegar a un extranjero
La Fiscalía acusa al agente por una agresión "gratuita" en la comisaría de la Rambla
Daniel B. O., agente de la Guardia Urbana de Barcelona, afronta una petición de cinco años de cárcel por pegar a un extranjero en comisaría en 2011. El policía local vio a Karim en la Rambla y lo llevó a dependencias policiales para identificarle. Allí, de forma “gratuita”, relata la acusación, le pegó “un puñetazo en la mandíbula” que le hizo caer al suelo, donde le propinó “varias patadas”. El fiscal pide, además, que Daniel B. pague una indemnización de 19.000 euros a la víctima, un abogado de Bangladesh de 35 años que vive en Barcelona.
El suceso ocurrió el 9 de julio de 2011. Daniel B. “interceptó” a la víctima junto al Liceu, en la Rambla de Barcelona, según el relato de hechos de la fiscalía. Le preguntó qué hacía allí. “Estoy esperando a un amigo para comer”, respondió Kamal, que se encontraba entonces en situación irregular en España. El agente le pidió que se identificase y Kamal le mostró una hoja de empadronamiento. El policía le invitó a subir al coche patrulla para llevarle a comisaría e identificarle “de forma correcta”.
Lo que ocurrió después, en las dependencias de la Guardia Urbana, es lo que se dirimirá la próxima semana en el juicio. La defensa del agente, que pide su absolución, cree que el relato de Kamal no es creíble y que la agresión jamás ocurrió. Y cita como argumento el escaso lapso de tiempo transcurrido entre su entrada y su salida de comisaría, que fueron captadas por las cámaras.
La Fiscalía y SOS Racismo —que ejerce la acusación particular en nombre de Kamal— sostienen lo contrario. Afirman que recibió un puñetazo en la cara y patadas en el suelo mientras intentaba repelerlas con los brazos y gritaba: “Lo siento, lo siento”. La víctima, licenciada en Derecho en Bangladesh, denunció los hechos ante los Mossos d’Esquadra y recibió asistencia médica. Una juez de instrucción de Barcelona archivó inicialmente el caso sin practicar apenas diligencias. Pero el abogado de Kamal, Josep Granados, presentó un recurso ante la Audiencia de Barcelona, que obligó a la juez a practicar una investigación a fondo.
En su declaración judicial, Kamal detalló que el vehículo policial subió la Rambla y, antes de llegar a la plaza de Cataluña, giró a la izquierda y bajó hasta comisaría. Fue un elemento clave. Los Mossos analizaron el recorrido del GPS del coche patrulla y comprobaron que Kamal decía la verdad. Su versión ganó verosimilitud. La acusación hubo de probar, además, que Kamal estuvo en la comisaría ese día, porque no hay rastro documental de ello. Lo logró gracias a las cámaras de vigilancia del aparcamiento. Las imágenes muestran, entre otras cosas, cómo el hombre abandona la comisaría y se toca la mandíbula.
La supuesta agresión, sin embargo, ocurrió en una zona de comisaría en la que no hay cámaras de vigilancia. La Fiscalía precisa que Kamal estuvo 140 días impedido y que le ha quedado como secuela un “dolor leve a la masticación”. Granados eleva esas lesiones. “Hasta hace dos años, le costaba hablar”. La Fiscalía pide una condena para el policía por torturas y lesiones. SOS Racismo también, pero con un añadido: considera que son lesiones “con deformidad” y pide para Daniel B. O. seis años de cárcel. Granados considera, además, que deben contemplarse dos agravantes: abuso de superioridad y racismo. “Para nosotros, fue una identificación por perfil étnico”, dice el abogado.
Granados aún no entiende qué llevó al agente a golpear a Kamal. Ni el policía le denunció después por una hipotética agresión ni tampoco consta que el hombre fuera detenido o provocara algún incidente. “Fue una agresión gratuita”. En su declaración, el policía no solo negó haber agredido a Kamal, sino que sostuvo que no recordaba haber tratado con él. La víctima, sin embargo, identificó al policía en la rueda de reconocimiento “sin ningún género de dudas”, agrega el abogado.
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