Un protocolo exige a las falleras recato en escotes y faldas durante su reinado

La Junta Central Fallera, el órgano de gobierno de las fiestas mayores de Valencia, establece un rígido protocolo que exige recato en la indumentaria particular de las falleras mayores de la capital y su corte de honor. Así, por ejemplo, la reina de la fiesta deben evitar ropa con transparencias, escotes pronunciados y faldas demasiado cortas.

Este protocolo, que existe desde hace años y acaba de hacerse público por primera vez, obliga a la fallera mayor y su corte el uso de colores sobrios, a que la falda vaya por encima de la rodilla como mínimo, a que los zapatos sean de tacón y se eviten los bolsos grandes o los complementos extravagantes, y los zapatos sean de tacón. Las festera debe pedir autorización previa si quiere enfundarse unos pantalones vaqueros cuando acuda a un acto público durante el año que dura su reinado.

Uno de los puntos más polémicos del texto, que acaba de conocerse públicamente, es el que faculta al acompañante de las falleras -el que las recoge de sus domicilios- a obligarla a cambiarse si considera que su indumentaria es indecorosa. "En caso de negativa, y previa consulta con la vicepresidencia correspondiente [de la JCF] podrá dejarlas en su domicilio", recoge el texto.

"El largo de la falda solo depende de quien se pone la falda", ha reaccionado la vicepresidenta y portavoz del Consell al ser preguntada por el protocolo de la Junta Central Fallera. La portavoz y consejera de Igualdad de la Generalitat, Mónica Oltra, considera "incompatible con los tiempos que corren" este tipo de instrucciones. "Pone los pelos de punta", ha comentado.

La vicepresidenta ha anunciado que el Institut Valencià de la Dona estudiará el protocolo, verá las implicaciones y hará una serie de recomendaciones. "Desde luego ninguno puede decirte ves y cámbiate. Es incompatible con la ley", ha añadido Oltra. 

La vicepresidenta ha hecho notar que el que se juzgue la imagen de las mujeres y no la de los hombres no es una cuestión del mundo fallero sino que "forma parte de las relaciones no igualitarias en la sociedad en la que vivimos", una situación que se está intentando cambiar desde su departamento.

En esta línea, ha recalcado que no es "bueno" que se den diferencias entre la normativa para mujeres y para hombres y ha apuntado si cabría preguntarse si, "a estas alturas de siglo", se pueden dar indicaciones sobre la vestimenta privada de una persona -no en relación con la indumentaria tradicional- "más allá de lo que un evento pueda exigir de etiqueta"  .

La portavoz ha distinguido entre las orientaciones vinculadas a la fiesta fallera que buscan preservar la indumentaria tradicional y las relacionadas con la indumentaria privada, caso en el que ha opinado que las normas de la JCF "van más allá de la etiqueta" e invaden competencias personales.

Oltra ha remachado que no es una competencia del Consell -la Junta Central Fallera depende del Ayuntamiento de Valencia- pero ha insistido en que trasladará al Consistorio su opinión sobre el protocolo porque entiende que crea "marcos de dominación y más allá de justificación de lo que no es justificable".

"Quién es el acompañante para decir a una mujer que debe cambiarse?", se ha preguntado, para añadir que esta manifestación "entra peligrosamente en los marcos de las relaciones de desigualdad, posesivas, de supremacía sobre las mujeres que el Consell rechaza".

El presidente de la Junta Central Fallera, el concejal de Valencia responsable del área de fiestas, Pere Fuset, ha explicado que han publicado este viernes el protocolo de las falleras mayores, que llevaba "décadas oculto en los cajones", para abrir un debate con el mundo fallero que permita "su actualización" ya que está "desfasado".

Fuset ha aclarado que se han decido a colgar las 'Normas de protocolo y actuación para las falleras mayores de Valencia y sus cortes de honor' en la página web la Junta Central Fallera (JCF) para "sacarlo a la luz" y abrir este debate ya que su revisión no puede decidirla de forma "unilateral" sino con la participación del mundo fallero.

Al respecto, ha recordado que estas normas llevan décadas vigentes, por lo menos desde hace 20 años, aunque "se habían mantenido siempre en la opacidad guardadas en un cajón". Por ello, plantea crear una comisión, integrada por miembros del mundo fallero y especialmente con la experiencia de las ex falleras mayores y de sus cortes de honor, para adaptarlas al papel de la mujer del siglo XXI.