Vecinos en la onda
Radio Vallekas, una de las radios libres comunitarias, cumple tres décadas emitiendo. Como ella, otras 12 emisoras en la Comunidad cuentan historias cotidianas
El número seis de la calle del Milagro, en Vallecas, es una puerta que siempre está entreabierta. Por ella pasan todos los días vecinos con historias que contar, causas que defender o música que compartir. A la entrada, un sofá y varias butacas verdes, una vitrina con camisetas y mecheros a la venta y una estantería llena de clásicos de la literatura. Y desde ahí, varias peceras revelan dónde estamos: en la radio comunitaria de Vallecas, que respira en el 107.5 de la frecuencia modulada (FM) desde su nacimiento hace justo 30 años. Un cumpleaños que la convierte en la radio sin ánimo de lucro más veterana de la capital y que celebra estos días su aniversario junto a otras compañeras de batallas; las 12 emisoras vecinales nacidas para visibilizar los problemas de los barrios.
“Radio Vallekas nace en 1981, alrededor de una librería, para habalr de temas medioambientales”, cuenta Mariano Sánchez, el coordinador —de manera voluntaria— del proyecto desde que su nacimiento. “Aquello coincidió con los primeros movimientos ecologistas y también con los años de Tierno Galván [alcalde de Madrid desde 1979 al 1986], cuando hubo un fuerte movimiento social y local. También eran los años del rock & roll… ¡En Vallecas tocó Scorpions!”, recuerda Sánchez, en la pequeña redacción en la que se escriben las historias. Desde ahí se coordinó la cobertura del 11-M: “Fue tremendo, no dejaba de venir gente a informamos durante todo el día”.
La emisora vallecana pertenece al movimiento de las “radios libres comunitarias”, que fue importado de Italia en 1976. Desde entonces, en Madrid no se ha dejado de transmitir. Las radios de los vecinos se colaban los diales, pese a los intentos de regularización de las frecuencias. La primera fue Radio la voz del pobre, que emitía desde Chamberí. “Desapareció, pero inspiró a las que vinieron después”, relata el historiador de la Complutense Josemi Pérez Martínez, que ejerce de locutor en Radio Almenara, de Tetuán (106.7). Es otra de las 12 emisoras de la Comunidad que están federadas, y emiten con la única financiación de las cuotas de sus socios así como de los cursos que imparten. Antes de la crisis recibían ayudas públicas y las asociaciones vecinales eran capaces de financiar sus propios programas. Ahora, casi todas las plantillas de las radios comunitarias son voluntarios. Como la emisora La cadena del wáter, creada en los setenta y que, cuenta la leyenda, que era la tercera emisora más escuchada en La Movida.
La audiencia de estas radios es difícil de medir, pero las emisoras conocen a sus oyentes; en muchos casos forman a los vecinos para que que hagan los programas y aprendan a contar sus problemas. “La radio está pegada al barrio, así que durante los periodos de crisis, la puerta no deja de abrirse y cerrarse”, cuenta el locutor vallecano Mariano Sánchez.
La voz de los distritos
Javier Robles, de Radio Enlace, en Hortaleza resalta el papel que juegan estos diales en los distritos. “Para Madrid los barrios son desiertos informativos”, explica, “y la gente necesita saber lo que pasa en su calle. Si no te lo cuentan, no hay vínculo con el sitio donde vives, no te importa”. Robles presume de haber dado en la radio varias exclusivas, entre ellas, un caso de corrupción en la Junta de Distrito de su barrio hace algunos años.
Sus parrillas de programación —que se votan, creando unos 40 programas a la semana— es heterogénea y retrata la idiosincrasia de los colectivos del barrio. José Ramón Planelles, uno de los coordinadores de OMC Onda Merlín de Villaverde, destaca precisamente la labor participativa y formativa de la radio como uno de sus mayores valores: “Trabajamos con grupos en riesgo de exclusión, vecinos y asociaciones, con las que nos reunimos y a las que damos voz, les enseñamos a convertirse en emisores”. Prueba de ello son las autodenominadas lideresas de Villaverde, un grupo de mujeres de más de 65 años que se estrenaron con su primer programa (Con mayor voz) el pasado miércoles. “Hubo preguntas, entrevistas y casos personales sobre violencia de género”, cuenta Carmen Martín, una de las locutoras.
Estas radios, que han crecido vinculadas a los barrios, son un testimonio vivo de los cambios sociales y generacionales de la ciudad. Han visto desfilar por sus micrófonos universitarios en prácticas, conflictos vecinales, historias personales y problemas sociales que van desde la inmigración a la crisis, la marginación o la violencia.
En ese marco, también han crecido músicos y bandas como Burning, Leño o Cucharada, que frecuentaban Radio Vallekas. O el cómico Agustín Jiménez, que fue uno de los fundadores de Radio Enlace. Emisora en la que Iker Jiménez, dio sus primeros pasos “en el mundo de lo desconocido”.
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