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El ‘Top Manta’ se instala en las playas de la Barceloneta

Como los Mossos siguen vigilando el paseo de Joan de Borbó, los manteros se han instalado en el paseo Marítimo de Barcelona

Alfonso L. Congostrina
Los manteros se colocan a pie de playa
Los manteros se colocan a pie de playaAlbert García

Los vendedores ambulantes ilegales ya han encontrado otro lugar donde colocar sus mantas en Barcelona y vender el mayor número de mercancía evitando los controles policiales. El lugar elegido, desde hace unos días, es la continuación del paseo Marítimo, justo la línea que sigue la playa entre el hotel Vela y la calle Almirall Cervera.

En noviembre de 2015, una operación conjunta entre Mossos d’Esquadra, Guàrdia Urbana de Barcelona y Policia Portuària desalojó uno de los primero zocos ilegales que se había adueñado de la zona del puerto próxima al monumento a Colón. Atrás quedaban meses de altercados entre agentes y vendedores ilegales. Tal y como aseguraban los propios representantes del autodenominado Sindicato Mantero, “el problema no desapareció”. El pasado mes de mayo decenas de manteros se instalaron en el Paseo Joan de Borbó donde en pocos días volvieron a concentrarse los vendedores ilegales. Allí permanecieron hasta el 15 de julio, cuando los tres cuerpos de seguridad desalojaron la explanada del barrio de la Barceloneta. Desde entonces los vendedores han ido cambiando de lugar porque en el Paseo Joan de Borbó se instalan diariamente hasta 40 mossos para que no vuelva a reproducirse el zoco.

Los vendedores ilegales aprovechan la noche, cuando se retiran los agentes, para volverse a colocar en la zona. Otras veces, como el pasado 11 de septiembre, han vuelto a colocar el zoco aprovechando que los policías se encuentran cubriendo otras necesidades de seguridad. Los restaurantes de los bajos del Museo de Historia han contratado seguridad privada e incluso instalado macetas para evitar que se coloquen los vendedores. También, durante la noche, decenas de manteros intentan vender en la Rambla llegando a producirse enfrentamientos con los agentes de la Guàrdia Urbana. Desde hace unas semanas lo hacen, también, a pie de playa en la Barceloneta. “Yo tengo que llevar comida a mi casa y vendo casi jugando al gato y al ratón con la policía”, se lamentaba esta semana un joven senegalés que lleva varios años vendiendo camisetas falsificadas.

Durante la mañana de este viernes, una furgoneta de la Unidad de Soporte Policial de la Guàrdia Urbana evitó, durante unas horas, que los manteros se colocaran a pie de playa. Aún así, en cuanto desapareció la furgoneta regresaron al lugar.

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