Mucho ruido y pocas nueces con las becas comedor
El Departamento de Enseñanza está lejos de los compromisos del Parlament
En un reportaje sobre el proyecto Escola Nova 21 hemos visto como madres de alumnos de un instituto preparaban en el centro bocadillos para evitar que chicos y chicas se desmayaran. Llama la atención esta situación, pero es la realidad en muchas de nuestras escuelas. En una clase de 30 alumnos hay nueve que están en riesgo de exclusión social. La Fundación Jaume Bofill denuncia que se ha reducido un 30% el presupuesto en ayudas a los comedores escolares entre los años 2009 y 2013. Durante estos años se ha producido un incremento de la pobreza del 17 y el 28% y el riesgo de exclusión social llega al 30% entre los menores de 16 años. La presión de la comunidad educativa ha permitido hacer evidente estos hechos, pero el Departamento de Enseñanza todavía no ha encarado lo suficiente esta situación.
El Departamento está incumpliendo con las resoluciones del Parlament de Catalunya. No se respetan los compromisos aprobados los últimos dos años sobre los umbrales, la cobertura de las becas y el caso de los alumnos de secundaria. Falta eficacia en las soluciones y transparencia sobre el progreso real.
Solo 4 de cada 15 alumnos en riesgo de exclusión social tendrán beca
Según el último informe del Idescat, el 30,2% de los y las menores de 16 años están en riesgo de pobreza o exclusión social, 351.500 alumnos de Infantil, Primaria y ESO, pero el Govern tiene intención de dar este curso 98.000 becas. En la rueda de prensa de inicio de curso el Departamento anunció que ahora el umbral para obtener una beca lo marcaría el riesgo de pobreza. En realidad, con la modificación de los baremos y umbrales de este curso, una familia de dos adultos y dos niños debe ingresar menos de 16.600 euros anuales para tener beca del 50%, mientras que el umbral de la pobreza está en 20.300 euros.
Solo 1 de cada 4 alumnos con beca la tendrá del 100 % de la comida, los otros del 50%
Por otro lado, no se han incrementado las becas del 100% de la comida a pesar del compromiso del Parlamento. Según el Departamento serán el 20% del total, es decir, igual que el curso pasado. Finalmente, no se ha hecho nada para garantizar el servicio de comedor y de becas para los alumnos de secundaria con jornada compactada, ni siquiera se ha hecho la prueba piloto anunciada para el curso 2015-16 de dar un desayuno-almuerzo en una decena de institutos.
El bienestar físico y emocional de los alumnos es la primera condición necesaria para los procesos de aprendizaje. El Departamento de Enseñanza no es eficaz al facilitar el bienestar necesario en una parte muy significativa del alumnado de Cataluña. Tampoco es transparente al mostrar el alcance real y los resultados de sus actuaciones. A ver si los próximos presupuestos de la Generalitat son más valientes para afrontar esta situación.
Miquel Gené es miembro de la Comisión de becas comedor de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Cataluña (FaPaC)
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