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Los pueblos turísticos valencianos de Xàbia y Benitatxell han recuperado este martes la tranquilidad después de haber sido golpeados por un devastador incendio que ha arrasado 812 hectáreas, ha quemado viviendas y forzado el desalojo de 1.400 personas. Las llamas han sido sofocadas y los evacuados han podido volver a sus casas. La tensión en el norte de Alicante se mantiene por el incendio de Bolulla, que ha alcanzado la Sierra de Bèrnia y ha forzado el desalojo de un centenar de personas. El Rey ha trasladado al presidente valenciano, Ximo Puig, su “solidaridad” con los afectados.

La relativa vuelta a la normalidad en Xàbia y Benitatxell la han encarnado los bañistas que han vuelto a las playas, incluida la cala de la Granadella, escenario el lunes de estampas infernales con el fuego descendiendo por la ladera de la montaña. El entorno es, sin embargo, muy distinto, con el verde de pinos y monte bajo sustituido por el negro y el gris de la ceniza.

El incendio ha quedado virtualmente controlado por la mañana, pero la combustión subterránea de las raíces continúa. Y lo hará probablemente varios días, lo que entraña el riesgo de que el fuego se reavive, ha advertido en conversación con EL PAÍS el director general de Emergencias de la Generalitat valenciana, Josep Maria Àngel. Un helicóptero ha seguido sobrevolando la zona para avisar a las brigadas desplegadas sobre el terreno en caso de observar algún rebrote.

Los vecinos de las 16 urbanizaciones que habían sido desalojadas desde el domingo por la tarde han podido regresar a las viviendas, salvo en casos puntuales en los que la seguridad de los inmuebles debe ser revisada.

En la urbanización Cumbre del Sol, en Benitatxell, que el lunes por la tarde se hallaba rodeada por las llamas, se quemaron finalmente cuatro o cinco casas, según Àngel. El siniestro no fue mayor debido al trabajo de los medios antincendios y a las facilidades que ofrece la lucha contra el fuego en escenarios urbanos, en comparación con los forestales. La vecina montaña de la Granadella, una reserva natural en un entorno densamente edificado, ha quedado en cambio casi completamente arrasada.

El presidente valenciano ha dado por prácticamente “controlado” el incendio, aunque “científicamente no se pueda hablar en esos términos”. Puig ha agradecido a los ciudadanos la “solidaridad expresada en los últimos días con los residentes”. El presidente de la Generalitat ha pedido colaboración para identificar a los supuestos responsables del incendio. Y ha explicado que Felipe VI le había telefoneado para trasladar su apoyo a los afectados.

El Ayuntamiento de Xàbia ha expuesto en su página web los pasos que los propietarios de viviendas deben dar en caso de que sus casas hayan resultado dañadas. El primero de ellos, ponerse en contacto con su seguro de hogar en caso de tenerlo. En Xàbia el fuego ha afectado principalmente a los jardines de las parcelas. El Consistorio de Benitatxell tiene previsto celebrar este miércoles un pleno para solicitar al Gobierno la declaración de zona catastrófica.

Los medios aéreos y la Unidad Militar de Emergencia han abandonado este martes los términos de Xàbia y Benitatxell para trasladarse 40 kilómetros al suroeste, al pueblo de Bolulla, donde el incendio que también empezó el domingo tomó fuerza la noche del lunes al martes.

Un centenar de personas han sido desalojadas de sus viviendas, mientras 26 hidroaviones y helicópteros han combatido las llamas desde el aire. Su papel resulta clave debido a la orografía “muy abrupta” de la zona, llena de barrancos, lo que dificulta los trabajos terrestres de extinción, ha indicado el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues.

Pese a que al operativo antincendio se ha esforzado en evitarlo, un cambio en el sentido del viento ha hecho que las llamas alcanzasen la Sierra de Bèrnia, un espacio de alto valor ecológico, así como el término de Callosa d’En Sarrià y Tàrbena. El origen del incendio fue, según los primeros indicios, una barbacoa.