_
_
_
_
COMER Y BEBER

Noche en la vaquería

Carnes ecológicas, menú vegetariano y una decoración exquisita en un local que no cierra en todo agosto

Pablo León
Interior del restaurante La vaquería montañesa.
Interior del restaurante La vaquería montañesa. Pablo Zamora

La antigua vaquería de la callecita Blanca de Navarra, abierta a finales de siglo XIX, dejó de abastecer a la capital hace tiempo. Pero a principios de este año volvió a abrir sus puertas reconvertida en restaurante: La vaquería montañesa (Blanca de Navarra, 8; 25 euros por persona; abierto en agosto), que mantiene un vínculo con la tradición.

“Antes [los vaqueros] bajaban a vender sus productos, ahora subimos nosotros a buscarles en busca de la mejor carne”, cuenta Carlos Zamora, ideólogo junto a su hermana de este espacio. Y de ahí proviene la excelente carne que sirven, toda ecológica: cabritos de Rafael; lechazos de oveja churra de Javier y Alonso o los pollos ecológicos de Santiago y Guillermo.

Plato de pulpo de La vaquería montañesa.
Plato de pulpo de La vaquería montañesa. Pablo Zamora

Ese mimo al producto lo mantienen en todas sus recetas —como frito de lechazo; taquitos empanados de pez roca; steak tartar de tomate; anchoas a secas o rabas de calamar. Con cuidado semejante tratan los vegetales (verduras ecológicas de Tudela de la finca La Trailla) que ofrecen en una barra de mármol a modo de bufé. Añaden a la carta un digno menú degustación vegetariano (25 euros; se recomienda reservar) inspirado en el chef francés Alain Passard, tres estrellas Michelin en su restaurante L’Arpege. Y una degustación más de los mejores platos del día (20 euros) llamado Omasake.

Proyectado por la arquitecta Merche Sebrango, y decorado con imágenes de los fotógrafos María Gorbeña y Pablo Zamora —madre y hermano, respectivamente, de los impulsores—, La vaquería es el tercer local de los Zamora en la capital. Tras recuperar La Carmencita (Libertad, 16) y posicionar Celso y Manolo (Libertad, 1) como un it place gastronómico, la familia defiende que este es su proyecto más personal. Sin quitarle valor a los anteriores —cualquiera de los dos son excelentes opciones para cenar o comer—, La vaquería es un acierto sin fisuras.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pablo León
Periodista de EL PAÍS desde 2009. Actualmente en Internacional. Durante seis años fue redactor de Madrid, cubriendo política municipal. Antes estuvo en secciones como Reportajes, El País Semanal, El Viajero o Tentaciones. Es licenciado en Ciencias Ambientales y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Vive en Madrid y es experto en movilidad sostenible.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_