Persecución con tiros en el centro de Barcelona tras un atraco de los Pink Panther

La Policía Nacional arrestó ayer a cinco integrantes de los Pink Panther, una banda criminal internacional especializada en asalto de las joyerías más lujosas de Europa. Las detenciones tuvieron lugar justo cuando los delincuentes intentaban cometer un atraco en una joyería del paseo de Gràcia de Barcelona. Pasó cerca de las once y media de la mañana, en una de las zonas más céntricas y turísticas de la ciudad. Los ladrones entraron en la joyería armados, con pelucas y bigotes postizos, y salieron como un relámpago. Tras ellos corrieron varios agentes de los GEO, que les pisaban los talones. A la altura de la calle de Pau Claris, uno de ellos desenfundó el arma y lanzó varios disparos al aire. La persecución policial asustó a quienes estaban en la zona.

Los ladrones tuvieron tiempo de entrar en la joyería y robar. Armados con un revólver, amenazaron a los dependientes mientras con una maza rompieron varias vitrinas. En segundos, tenían el botín en sus manos, según explicó el dueño del establecimiento, Jordi Pont. Pero cuando ya estaban listos para subirse en una motocicleta que habían dejado con las llaves puestas, para huir, toparon con los agentes, que les estaban esperando. La policía llevaba semanas investigando al grupo, en una operación conjunta con la policía serbia y alemana.

En la calle había al menos una decena de policías. Dos de los presuntos ladrones echaron a correr, mientras la gente, sentada en las terrazas de las inmediaciones, asistía a la persecución. Un portero de una finca cercana contó luego cómo vio a dos personas “disfrazadas” que bajaban por el paseo de Gràcia, y giraban por Consell de Cent. Tras ellos, varios agentes ataviados con un chaleco de policía corrieron hasta detenerles, e incluso dispararon al aire para que los pink phanters cejasen en su intento de escapar.

Finalmente, en Pau Claris, a pocos metros de la joyería, los dos ladrones fueron detenidos. La motocicleta roja con la que pretendían huir de la joyería seguía aparcada, y con el motor en marcha, sin que nadie la hubiese tocado. Mientras, dentro de la joyería, la policía detenía a otro de los implicados.

Justo al lado del establecimiento, pared con pared, está el restaurante Tapa Tapa. A las once y media, justo antes del robo frustrado, la terraza estaba totalmente llena. “De golpe, y sin saber qué pasaba, he visto que los clientes entraban corriendo dentro del restaurante, otros intentaban huir calle abajo”, contó el camarero que atendía las mesas sobre la reacción de quienes estaban tomando algo. Los turistas, que habitualmente pasean por paseo de Gràcia, más en agosto, y que se vieron sorprendidos por el atraco vivieron algunos momentos de angustia.

Finalmente, los agentes detuvieron a cinco personas de Europa del Este, según fuentes policiales. En ese momento, en la calle había también varias unidades de los Mossos d’Esquadra y de la Guardia Urbana. La operación es parte de una investigación de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) y de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Barcelona, que llevaban semanas siguiéndoles los pasos.

La Joyeria Gràcia es un clásico establecimiento de lujo situado en el 46 del paseo de Gràcia de Barcelona. La avenida es sin duda la calle que más tiendas de lujo concentra en la capital catalana, además de una de las más concurridas.

No es la primera vez que los Pink Panther actúan en Barcelona. Hace cinco años, los Mossos d’Esquadra frustraron un intento de robo en una joyería de Turó Park, y acabaron deteniendo a cinco personas. Al identificarlos, descubrieron que formaban parte de la banda internacional, reputada en el sector. Posteriormente, la Policía Nacional detuvo hace dos años en Madrid a uno de los jefes de la banda que estaba buscado por un espectacular robo en Dubai, por valor de más de tres millones de euros.

Se trata de una banda internacional especializada en este tipo de robos, que suele planificar bien sus golpes. Eligen un objetivo, que preparan durante varios días, y suelen, en función del tipo de establecimiento, enviar a una persona u otra.

En todo caso, los ladrones son conscientes que los asaltos deben durar sólo unos minutos antes de que la policía llegue al lugar. Y eso es lo que hicieron ayer en la Joyeria Gràcia, donde según el propietario, únicamente se llevaron lo que había en un expositor, sobre todo anillos y pendientes. No calcularon que fuera les esperaba la policía.