Roberto Bolle: “Deseo tanto público como un famoso del pop”

Ni la contrariedad de hora y media de retraso por problemas técnicos en el aeropuerto de El Prat ni un pegajoso sol de justicia de las 14 horas de Barcelona consiguen borrar la sonrisa del bailarín italiano Roberto Bolle (Casale Monferrato, Italia, 1975), primera figura del Ballet de la Scala de Milán y del American Ballet Theatre de Nueva York. Mirada de nítido azul y simpatía en la distancia corta acaban de un plumazo con la posible imagen preconcebida de guapo/antipático que suele dar esta estrella de la danza. Eso es lo suyo. Junto a ocho primeras figuras más de la danza internacional (Timofej Andrijashenko, Christian Bauch, Matthew Golding, Osiel Gouneo, Viktorina Kapitonova, Sarah Lane, Anna Tsygankova y Elena Vostrotina) actúan esta noche en el Festival Castell de Peralada, en el programa Roberto Bolle and Friends.

“La belleza física ayuda a un bailarín pero si no tienes una buena técnica no consigues abrirte camino en el mundo de la danza", afirma Bolle, que actúa en Cataluña por primera vez. “No me siento heredero de las grandes figuras de la danza como Nureyev o Barishnikov, sería una gran responsabilidad; para mí, lo importante es romper las barreras entre danza clásica, moderna y contemporánea y hacer espectáculos que lleguen a un número importante de espectadores”, admite sin medias tintas. Y por si no quedaba claro, lo ratifica: “Mi objetivo es lograr la misma audiencia que un cantante famoso de pop o de rock, es decir, hacer de la danza un arte popular”. Y parece que lo está logrando: recientemente, y siempre con las entradas agotadas, ha actuado con su grupo en el Coliseo de Roma, en la Arena de Verona (ante 14.000 personas) y en las Termas de Caracalla, lugares siempre con gran aforo y poco usuales en el mundo de la danza. Bolle es consciente de su poder de atracción, por lo que es un asiduo de anuncios de moda o de colaboraciones con artistas de otros ámbitos, como el cineasta Peter Greenaway o la fotógrafa Annie Leibovitz. De algún modo, la danza se beneficia de ello.

Si hace unos días el festival de Peralada reunió a grandes figuras de la lírica para celebrar sus 30 años, ahora con Roberto Bolle and Friends convoca a los de danza internacional. La función comenzará con Prototype, espectacular solo interpretado por Bolle con coreografía de Massimiliano Volpini y en la que los efectos visuales y de vídeo juegan un gran papel.

El magnífico bailarín cubano Osiel Gouneo, solista del Den Norske Ballet de Oslo, bailará junto a Sarah Lane el sublime paso a dos Diana y Acteón, con coreografía de Agrippina Vaganova y música de Cesare Pugni y Riccardo Drigo. Lane, solista del American Ballet Theatre, doblo a la actriz Natalie Portman en el filme de Darren Aronofsky Cisne negro, y también fue la protagonista de El lago de los cisnes que el Corella Ballet presentó en el Liceo en 2012.

Otras piezas a destacar son el también paso a dos de Don Quijote, el endiablado Duet from New Suite, de William Forsythe, el emotivo paso a dos de L’Arlesienne, de Roland Petit, con música de Bizet y un humorístico paso a dos con coreografía de Christian Spuck y música de Rossini, que según Bolle rompe con muchos tópicos de la danza clásica. Él participará también en las dos últimas de esas coreografías.