Siete policías heridos y cinco detenidos en una riña tumultuaria
Los agentes acudieron a una pelea frente a un local de copas en Ciudad Lineal y fueron agredidos
Una riña multitudinaria frente a un bar de copas latino terminó en la madrugada de ayer con siete policías municipales heridos y cinco arrestados en el distrito de Ciudad Lineal. Al lugar acudieron más de cincuenta agentes ante el cariz que tomó la trifulca, sin que pudieran controlar situación hasta pasada cerca de una hora, según fuentes policiales. Uno de los funcionarios agredidos tuvo que ser trasladado a un centro hospitalario para que le curaran. Las primeras investigaciones apuntan a que se trataba de una venganza por una pelea tumultuaria ocurrida una semana antes en el mismo lugar.
Alrededor de las cuatro de la madrugada, la Policía Municipal recibió un aviso de que se estaba produciendo una pelea en la confluencia del número 404 de la calle de Alcalá con la calle de Vázquez de Mella, frente a un bar frecuentado por dominicanos. Según explicaron algunos testigos, había seis jóvenes que se estaban pegando entre ellos. “Uno de ellos estaba subido encima de otro que estaba en medio de la calle. No paraba de darle puñetazos, mientras los otros seguían pegándose. La escena era muy fuerte”, relató una testigo que prefirió el anonimato.
A esa hora llegaron dos coches patrullas con cuatro agentes que intentaron parar la pelea. Uno de ellos sacó su defensa y empezó a golpear al que estaba propinando puñetazos al que estaba en el suelo. Sin embargo, la reacción de este fue justo la contraria. Se dirigió hacia el policía y le pegó un puñetazo en toda la cara que casi lo dejó noqueado. El agente, al igual que sus compañeros, se echaron para atrás y se fueron al principio de la calle de Vázquez de Mella. Cogieron la emisora y pidieron refuerzos al comprobar que la situación era muy grave y no podían hacerse con ella. Esperaron mientras llegaban más compañeros. “En cuestión de dos minutos estaba esto lleno de policías y de coches patrulla. Cortaron la calle de Alcalá y en Vázquez de Mella ya no entraba más gente”, relata la testigo.
Los agresores se metieron en un coche con la intención de huir de la policía. Uno de ellos, el más corpulento, se resistió y tuvo que ser metido a la fuerza por el resto, según describen los testigos. Su intención era quedarse y continuar con la pelea multitudinaria. Los agentes fotografiaron el coche —en especial la matrícula— por si se marchaba. “En cuestión de dos minutos, llegaron lo menos 20 policías más. Se montó una gorda”, describió otro testigo. Otros contendientes salieron corriendo calle abajo al ver que los policías se habían retirado.
“Al suelo, tumbaos”
Al menos 15 policías rodearon al coche donde estaban los agresores y les ordenaron que se bajaran, pero no les hicieron caso. Un policía “muy grande” fue el que ya les amenazó y se bajaron. Les gritaron a dos de los contendientes que permanecían de pie: “Al suelo, tumbaos”. Se lo repitieron en varias ocasiones pero no obedecieron. “Estaban de pie, sin camiseta, con los puños cerrados y muy nerviosos, como con ganas de seguir la pelea. No les importaba el llevar toda la cara ensangrentada. Eran dos tíos enormes, dos auténticos bigardos”, añadió el testigo. Un funcionario se dirigió a uno de ellos y le obligó a que se tumbara. Lo siguiente fue asestar un golpe para que doblara, según los testigos. La respuesta fue otro puñetazo al policía y, a partir de ese momento, al resto que les rodeaban. Una agente recibió un fuerte golpe, que casi la tiró al suelo.
En el transcurso de la pelea llegaron aún más refuerzos. Algunos testigos hablan de que pudieron juntarse más de 50 agentes y que tardaron mucho en hacerse con la situación ante la violencia y la agresividad de los contendientes. Fuentes policiales confirmaron que a la pelea acudieron coches patrullas de cinco distritos, los más cercanos a Ciudad Lineal. Algunos policías salieron por la calle de Vázquez de Mella hacia abajo y lograron arrestar a los que se habían fugado.
Varios agentes “se tuvieron que emplear a fondo” para reducir a los dos atacantes más grandes. “Les costó mucho porque estaba muy nervioso y con mucha fuerza”, afirmó una testigo. “Para todo lo que se montó aquí, creo que la actuación de la Policía Municipal fue especialmente leve. Recibieron golpes por todos los lados y no sabían siquiera si los atacantes iban armados”, destacó la testigo.
A la zona se desplazaron varias ambulancias del Samur que curaron a los policías y a los heridos. Estos fueron trasladados a la Unidad Integral de Distrito de Ciudad Lineal (la comisaría de la Policía Municipal) donde se tramitó el atestado. Esta se encuentra en la calle paralela al lugar de la pelea. De ahí, que los primeros compañeros de los agredidos tardaran poco tiempo. Los agentes recibieron el alta en el lugar, salvo el que sufrió la fractura del dedo. Pasadas las seis de la madrugada, la normalidad volvió.
Algunos vecinos de la zona se quejaron de que esta es la segunda pelea que se vive a las puertas de ese local latino. El sábado anterior hubo otra reyerta. “Los gritos nos despiertan en mitad de la madrugada. A ver si toman medidas y se acaba con esto”, se protestaban los afectados.
Otra reyerta
De hecho, las primeras investigaciones apuntan a que la reyerta de la madrugada de ayer fue la continuación de la trifulca del sábado pasado y esta se produjo por una discusión por una mujer. “A saber lo que ha pasado. Seguro que iban pasados de alcohol y de lo que no era alcohol, porque es imposible que aguantaran los golpes y que varios policías se las vieran tan mal para arrestarlos”, describió la testigo.
Hechos similares se produjeron en Tetuán en marzo, lo que motivó que tuviera que reforzar la vigilancia en la zona hasta que se tranquilizaron los ánimos. En aquella ocasión la primera agresión se produjo entre un grupo de vecinos de la zona, de origen también dominicano, y 14 agentes de la Policía Nacional. Parte de ellos estaban fuera de servicio y había acudido a un restaurante que frecuentan a una cena entre compañeros. La Jefatura Superior de Madrid aumentó la presencia de los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP, los antidisturbios). Hechos similares se registraron en el distrito en semanas posteriores.
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