Álvaro Santos, nuevo vicepresidente de la Diputación de Lugo por el PSOE

El portavoz socialista del gobierno provincial de Lugo, Álvaro Santos, gana peso en el ejecutivo y a la portavocía se añade ahora su nombramiento como nuevo vicepresidente tras la salida de los dos diputados del BNG del hasta ahora bipartito, tras denunciar un acuerdo a sus “espaldas” para la aprobación del presupuesto provincial que asciende a más de 96 millones de euros.

Santos, portavoz también del PSOE en el concello de Friol, asumirá además “cooperación con los Ayuntamientos, empleo, bienestar e igualdad”, recordando el presidente provincial, Darío Campos, durante la presentación, en los jardines de la diputación y arropado por los otros nueve diputados socialistas, que el nuevo vicepresidente ya se ocupaba del área de cooperación de los ayuntamientos “el pasado mandato, presentando iniciativas pioneras en una diputación gallega”.

La delegación de “innovación, participación ciudadana, juventud y deportes”, que es un nuevo departamento dado que deportes llevaba el BNG, la ocupará Pablo Rivera.

Al desdoblar dicha área, la de cultura también en manos de los nacionalistas, así como artesanía la desarrollará Pilar García Porto, en tanto que economía y hacienda la dirigirá la alcaldesa de Trabada, Mayra García, que llegó a la corporación para reemplazar a la alcaldesa de Viveiro, María Loureiro, que se dio de baja en el PSOE y dejó la diputación para hacer frente a un juicio sobre supuestos delitos urbanísticos que está pendiente de sentencia.

Esta rueda de prensa la ha aprovechado también el presidente provincial para anunciar una sucesión de inversiones, después de la aprobación del presupuesto tras el acuerdo con el PP y el diputado no adscrito Manuel Martínez esta semana, con “un impacto de once millones de euros” para el conjunto de la provincia, con una mayor incidencia “en los ayuntamientos y el tejido asociativo”.

Finalmente volvía “tender la mano” al BNG, tras su renuncia al bipartito, y se ha esforzado en detallar que se “intentó buscar el acuerdo con ellos minutos antes de entrar en el pleno (de presupuestos) para que fuera un acuerdo de consenso”. Se aferró a que la aprobación llegó en “vistas del interés general”.