Una solitaria bandera comunista
La mejor noticia para los Comunes en la 'fiesta' electoral fue la bajada de precio de la cerveza


Una bandera roja recibía este domingo a los asistentes de la noche electoral de En Comú Podem (ECP), la del desaparecido Partido Comunista de España (PCE). La trajo un chaval de 17 años, Guillem, heredada de su padre. Guillem dice que es comunista desde los 12. No tiene claro qué hay de comunista en ECP, pero estos son los suyos, los que votará con la mayoría de edad. Su bandera es la única que se mantuvo firme en la Estació del Nord en una jornada que esperaban victoriosa y que acabó en marcha atrás.
La mejor noticia que recibieron los Comunes que se acercaron a la 'fiesta' electoral fue una rebaja en el precio de la cerveza. Al inicio de la noche, el precio de la caña de La Bandolera del Sur –una marca que definían como “eco artesana”– era de 2,5 euros. Cuando el escrutinio empezó a caer como el cuento de la lechera, la dirección ordenó que rebajaran el precio a 2 euros. “Se ha producido un descontento popular”, justificaba el encargado de la barra. No todo era ecológico- artesano: en el tenderete de mercadotecnia había dos tipos de camisetas, unas elaboradas por la cooperativa PromoEtic y otras de la firma belga B&C, que las fabrica en Bangladesh, según la etiqueta.
También se vendían libretas con el lema que tiene Ada Colau colgado en la puerta de su despacho de alcaldía: “No olvidemos nunca quienes somos ni por qué estamos aquí”. El marido de Colau, Adrià Alemany, visiblemente nervioso, andaba rápido por el pabellón de la estación, entre la gente, casi sin mirar a nadie, con una lata de CocaCola en la mano. Las caras de los presentes eran más que un poema, eran la Divina Comedia entera y leída al revés, del Paraíso al Infierno.
A las nueve y media aparece una segunda bandera. Un matrimonio moderno y modelo ideal para un anuncio de yogures deja que su hijo corra feliz con los colores de la bandera republicana. A las 22:40, cuando anuncian el 90% del recuento y que el 'sorpasso' fue el sueño de una noche de verano, la familia republicana 'Gracia style' y Guillem, el chico comunista desde los 12 años con la bandera del PCE, coinciden sentados en el suelo, frente a un atrio vacío, apoyados en una valla.
La cerveza continúa rebajada; lástima que el resultado no les dé igual.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Valencia abre un paso inferior que dará servicio a más de siete millones de viajeros del metro
Tráfico prevé 22,4 millones de desplazamientos durante la Navidad
El BCE congela los tipos en el 2% y mejora las previsiones de crecimiento de la zona euro
Eduardo Casanova anuncia que tiene VIH en un documental dirigido por Jordi Évole
Lo más visto
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- El Supremo ordena al ex fiscal general el pago de la multa y la indemnización a la pareja de Ayuso que le impuso al condenarle
- Carlos Alcaraz y Ferrero rompen tras siete años: “Llegan tiempos de cambio para los dos”
- Sánchez, contra la Comisión Europea: “Es un error histórico” el paso atrás con los coches de combustión
- El Gobierno de Mazón pagó 107 millones de euros más a Ribera Salud al aumentar su aportación por ciudadano




























































