La nueva protesta de la concertada reúne a 400 personas en Valencia
Una cadena humana rodea el Palau de la Generalitat
La escuela concertada mantiene la movilización contra el Gobierno valenciano. Pero la protesta ha perdido intensidad este jueves. Unas 400 personas han participado en la cadena humana que ha abrazado el Palau de la Generalitat para reivindicar, en primer lugar, a las escuelas infantiles privadas, que se consideran amenazadas por el plan del Ejecutivo que preside Ximo Puig de sustituir progresivamente las ayudas a los padres por aulas públicas gratuitas para los niños desde los dos años.
La participación ha quedado lejos de las miles de personas que se concentraron en la plaza de la Virgen de Valencia el 22 de mayo. La Generalitat ha afirmado que mantendrá su proyecto.
"Libertad, igualdad, gratuidad", han coreado los manifestantes en la plaza de Manises, que han pedido que pueda llevarse a los niños a las escuelas infantiles privadas de forma gratuita. Y, por extensión, han defendido la escuela concertada. Los participantes han rodeado el Palau y el jardín adyacente, con camisetas en las que se leían mensajes como: "Libertad de elección es igual a libertad de pensamiento".
El consejero de Educación, Vicent Marzà, se ha reafirmado por la mañana en la medida de ampliar la educación pública gratuita a los dos años. Una franja de edad de la que ahora se ocupan casi en exclusivas las escuelas infantiles privadas. "De momento el modelo funciona a la perfección y con resultados excelentes", ha afirmado Marzà sobre los primeros 35 centros educativos que a modo de prueba han empezado a funcionar este curso en la Comunidad Valenciana y cuyo número se ampliará el curso siguiente. El Ejecutivo autonómico defiende la medida por razones sociales y pedagógicas.
La educación se ha convertido en el principal frente político del Gobierno valenciano que comparten socialistas y Compromís en los últimos meses, tras el giro hacia el sistema público realizado en su primer año al frente de la Generalitat.
La principal línea de movilización se ha centrado en lo que las escuelas concertadas, principalmente católicas, consideran un ataque por parte de la Generalitat por el cierre de aulas en sus colegios para el próximo curso. La Administración autonómica ha respondido que el saldo global de aperturas y cierres es prácticamente neutro, y que en los últimos años de Gobiernos regionales del PP se perdieron centenares de aulas en la red pública.
En la protesta de este jueves han participado Alfonso Novo, el exportavoz del PP en el Ayuntamiento de Valencia, y a otros concejales y asesores de su grupo municipal imputados por un supuesto delito de blanqueo en el caso Taula. También ha podido verse al inicio del acto al portavoz de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana, Fernando Giner.
El último conflictivo educativo de la Generalitat que acaba de iniciarse es con las universidades privadas. La Generalitat ha anunciado que sus alumnos de titulaciones sanitarias de nuevo ingreso no podrán hacer prácticas en los hospitales públicos a partir del próximo curso como consecuencia, han señalado, de la aplicación de dos leyes que rigen en toda España, especialmente la de incompatibilidades de los funcionarios, que hacían irregular la situación mantenida en los últimos años.
Los centros privados han adelantado que regularan la medida, en la que Marzà ha insistido hoy: "Las universidades privadas, para poder hacer sus prácticas, tienen la vía de los hospitales privados". El consejero ha garantizado que se articularán fórmulas —que incluirán convenios entre los campus públicos y privados— para que los estudiantes que ya están cursando carreras como Medicina y Enfermería puedan terminar sus estudios haciendo prácticas en hospitales públicos.
Las universidades públicas son en, en cambio, partidarias de la medida, ya que en su opinión el exceso de alumnos en los hospitales y centros de salud estaba afectando a la calidad de la enseñanza de los nuevos médicos.
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