El ‘caso Carmona’ refuerza a Ganemos y aleja al PSOE del gobierno municipal
La conversación del concejal con el presidente de Ausbanc mina sus aspiraciones políticas y blinda a Celia Mayer como concejal de Cultura
La crisis por la conversación del edil socialista Antonio Miguel Carmona con el presidente de Ausbanc, Luis Pineda, encarcelado por presunta extorsión, ha alterado el delicado equilibrio en Ahora Madrid, y ha deteriorado la ya de por sí explosiva situación del grupo socialista municipal. Se complica la posibilidad de que el PSOE entre en el gobierno municipal de Manuela Carmena, que la portavoz socialista, Purificación Causapié, quiere debatir en julio. Y Ganemos, el sector más radical de Ahora Madrid, minoritario y muy debilitado por sus errores, sale reforzado, aumentando su antagonismo con el PSOE.
La concejal de Cultura, Celia Mayer, de Ganemos (el movimiento ciudadano que, junto a Podemos e IU, conforma Ahora Madrid), está temporalmente blindada. Y los socialistas pierden capacidad de maniobra para cuestionar al gobierno municipal y autoridad para imponerle sus tesis. La buena relación de Causapié y Carmena podría reconducir la situación, pero Carmona lo ha complicado al ampliar sus ataques a la líder municipal socialista y a la portavoz del Ayuntamiento, Rita Maestre, un puntal clave de Podemos.
El detonante de la crisis es aparentemente inofensivo en su literariedad pero explosivo por sus connotaciones. El miércoles, durante el pleno municipal, se publicó en prensa la transcripción de una llamada realizada por Pineda a Carmona el 15 de febrero, antes de ser detenido e imputado. En esa conversación, intercambiaban gestos de cariño para luego hablar de Mayer. “Creo que tengo una cosa muy singular para que ruede su cabeza”, le dice Pineda. El presidente de Ausbanc está molesto por las trabas que, dice, pone el Ayuntamiento a una feria que quiere organizar. Carmona le replica que “hay que denunciarlo”, y añade, en referencia a Mar Espinar: “¿Te puede llamar la concejala de Cultura nuestra, que es muy amiga mía?”. “Vale, que me llame y yo le doy. Lo digo porque la rematáis”, acepta Pineda, y Carmona zanja: “Vale, uno más, perfecto, por supuesto”.
“Explicaciones necesarias”
Precisamente el mismo día en el que se conoce la conversación, el PSOE posibilita que el pleno censure a Mayer por el relevo en el teatro Español. Espinar lleva mostrándose muy crítica con la gestión de Mayer desde el inicio del mandato; pero su trabajo, coherente, concienzudo y tenaz, quedó en el aire al conocerse la conversación. Esa misma tarde, negó haber llamado a Pineda. Según dijo, “nunca en la vida” ha hablado con él, ni Carmona le contó su conversación. Pero su posición es la más debilitada por esta crisis.
Nada más acabar el pleno, Mayer reunió a los periodistas para avanzar que pediría “las explicaciones necesarias” al PSOE porque es “preocupante que un concejal opere con una organización mafiosa contra otra”. Poco después era Ahora Madrid quien requería explicaciones por esos “elementos incompatibles con el desempeño de la función pública”.
Carmona reaccionó con una gira por televisión y radio para defender que no había hecho nada “punible”. “Lo único que puede desprenderse es una buena relación”, comenzó diciendo, pero pronto esas disculpas se tornaron ataques, lo que acabó de enfadar a PSOE y Ahora Madrid. Carmona fue el candidato en mayo, pero el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, lo relevó como portavoz en agosto en favor de Causapié. La relación entre ambos es muy mala, y este incidente la ha empeorado. Pero, sobre todo, ha dañado la posición de Carmona dentro del grupo municipal, en el que está más solo que nunca.
Causapié coincidió el jueves con Ahora Madrid en su “perplejidad” por la conversación y en la necesidad de pedirle las “explicaciones oportunas a Carmona”.
Éste le echó en cara después: “Una compañera tiene que salir en defensa de un compañero al que se le manipula”. Y aprovechó para volver a criticar a Mayer.
Le respondió entonces Maestre, asegurando que las palabras de Carmona “no parecen adecuadas para un cargo público”. Pero midió mucho sus palabras, consciente de los efectos potencialmente explosivos de esta crisis, y le pidió “prudencia” a Carmona.
Maestre aprovechó además para denunciar “la maquinaria de fango” contra Ahora Madrid, puesto que la investigación judicial parece indicar que Ausbanc también participó en procesos judiciales contra el concejal Guillermo Zapata y, junto a Manos Limpias, contra la propia alcaldesa.
El sumario judicial está sirviendo a Ahora Madrid para achacar los ataques recibidos este año a esa “maquinaria de fango”. Es improbable que el núcleo de confianza de la alcaldesa y los ediles de Podemos (empezando por la propia Maestre) incluyan al PSOE entre sus enemigos, sobre todo de cara a una posible negociación para sumarle al gobierno municipal, que tanto Carmena como Podemos respaldan. Pero esa posibilidad se aleja precisamente porque Ganemos sí se opone.
Celia Mayer, reforzada
Esta crisis ha reforzado su posición interna (en última instancia, la entrada del PSOE se tendría que someter a una consulta pública) y ha blindado a Mayer, que ha hallado una explicación propia para las críticas a su gestión.
Cuando se produjo la conversación entre Carmona y Pineda, en febrero, Mayer atravesaba su momento de máxima debilidad por una acumulación de errores propios (la retirada de vestigios del franquismo sin soporte jurídico) y polémicas amplificadas en los medios (los trajes de los Reyes Magos o la función de titiriteros en Carnaval). La oposición pedía su dimisión, y estuvo a punto de ser reprobada, pero la llamada de auxilio de Carmena a Causapié surtió efecto: el PSOE, muy a pesar de Mar Espinar, alivió la presión y permitió respirar a Mayer.
Aquello reforzó el poder de Causapié, y le permitió, entre otras cosas, instar a Carmena a quitarle las competencias de memoria histórica para crear una comisión encabezada por la expolítica socialista Paca Sauquillo. Ayer, en plena crisis, Ganemos emitió un comunicado para censurar a la comisión y a sus integrantes.
Su antagonismo con el PSOE se ha reforzado, lo que preocupa en el núcleo del gobierno municipal. La entrada de los socialistas podría arrinconar aún más a los concejales de Ganemos, algo que ellos temían y otros en el Ayuntamiento ansiaban. Pero esta crisis ha vuelto a cambiar el equilibrio.
La crisis mina las aspiraciones políticas del concejal socialista
La “perplejidad” inicial del PSOE y de Ahora Madrid ha virado en enfado y estupor por la reacción de Antonio Miguel Carmona, que se ha volcado en una campaña en los medios no solo para exculparse a sí mismo (a Mar Espinar la tuvo que defender Purificación Causapié) sino para atacar a diestro y siniestro. A nivel interno, este asunto descarta casi cualquier posibilidad que pudiera tener para volver a encabezar el grupo municipal socialista.
Un mal resultado en las elecciones generales del 26 de junio podría acabar con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en favor de la presidenta andaluza, Susana Díaz. Carmona cuenta con el respaldo de ésta, que él cree suficiente para convertirse en secretario regional y portavoz municipal.
Causapié ha emplazado al PSOE a reflexionar en julio sobre la entrada en el gobierno municipal. Sánchez ha puntualizado que, de hacerse, será después de las elecciones y con el permiso de la dirección federal. En el grupo municipal socialista hay consenso en el deseo de entrar en el gobierno, un paso que, de producirse, blindaría a su líder contra las tormentas internas.
Hasta ahora, el resultado de las elecciones de junio ponía en solfa quién sería ese líder a partir del próximo congreso regional, previsto tras los comicios. Ahora, la actual crisis deja fuera de juego a Carmona, pero también complica sobremanera la entrada en el gobierno local, puesto que refuerza precisamente a quien más se opone a ello, Ganemos.
La crisis interna en el PSOE se mitigará probablemente la próxima semana, tras la reunión del grupo municipal en la que Causapié pedirá “explicaciones oportunas” a Carmona. No podrá ir mucho más allá, puesto que del contenido de la conversación no se deducen motivos para pedirle que entregue el acta. Y eso probablemente enardecerá más a Ganemos, si la alcaldesa no lo remedia.
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