Festival de cine y de moda
Madrid Fashion Film Fest aspira en su tercera edición a consolidarse como el mejor certamen mundial del género
España detentaría algunas de las más curiosas entradas en la enciclopedia de la moda, en caso de publicarse. Por ejemplo, la canonización de la elegancia sofisticada y comedida en épocas de Cristóbal Balenciaga. El invento de la llamada “democratización de la moda” de manos de Amancio Ortega. También figurarían en esa enciclopedia hipotética, las menorquinas, el mantón de Manila o los Manolos de Blahnik.
Y ahora habría que añadir el Madrid Fashion Film Fest (MFFF), cuya tercera edición se celebra entre el lunes y el miércoles en el Centro Conde Duque en y que es considerado uno de los primeros y más internacionales. El género de los fashion films, o piezas audiovisuales con la moda como tema, es tan antiguo como el apellido Lumière, pero el festival le ha dotado de entidad propia. “El primer año nuestro objetivo fue dar a conocer el fashion film como género, lenguaje y herramienta audiovisual en moda. El segundo el objetivo era la internacionalización y este año queremos consolidarnos como el mejor festival del mundo”, declara su director José Murciano.
Para ubicar en el mapa internacional a Madrid hay trabajos de 45 nacionalidades, además de un jurado de aquí y de fuera. El director Félix Sabroso o el diseñador de vestuario Paco Delgado —dos veces nominado a los premios Oscar por Los Miserables y La Chica Danesa— son las puntas de lanza del jurado español junto a Rossy de Palma, Paz Vega o Laura Ponte. Algunos de los ojos extranjeros con voz y voto, en función de jurado, son Andrew Lee —director de moda y académico del London College of Fashion y coautor de uno de los pocos libros existentes en la materia— y Ruth Hogben, realizadora con clientes como Lady Gaga, Alexander McQueen o Kanye West.
Sofia Coppola, la realizadora y escritora estadounidense Miranda July o el prestigioso fotógrafo Steven Meisel son nombres que se han servido de la moda para producir vídeos con carácter creativo, de autor. Están alejados de la cuña y spot publicitario, pues finalmente es el territorio de la autonomía donde se desenvuelve el fashion film. “Su nacimiento como género es complicado de definir y podemos remitirnos a Guy Bourdin o Warhol, o incluso ir más lejos y tomar como ejemplo la pieza Serpentine de los Lumière. Pero como género en sí, dejando la experimentación a un lado— yo lo situaría en el momento en el que Mathew Frost ganador de la edición pasada por Aspirational con Kirsten Dunst— rodó su pieza llamada Fashion Film, donde parodia este tipo de vídeos y de tendencias en el lenguaje audiovisual. En el momento en que hay suficientes puntos en común entre tantas piezas distintas y se hace una crítica a este tipo de lenguaje, me parece que es el punto de inflexión en el que encontramos el nacimiento del género”, opina el director del festival.
Además de sus antecesores en el género, han contribuido a la regulación de este nuevo lenguaje la estandarización de las nuevas tecnologías y la incorporación al mercado laboral de la generación llamada millennial y su hábitat de crecimiento natural descrito por la era de lo táctil y eminentemente audiovisual. ¿Incluir un par de zapatillas Converse en una secuencia ambientada en el siglo XVIII francés es fashion film? En la María Antonieta (2006) de Sofia Coppola y en MFFF, sí.
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