La identidad, hilo conductor del festival de cine documental de moda

La coordinadora de la programación, Charo Mora, explica que Paris is burning (1990) es un buen reflejo de ello. La película, dirigida por Jennie Livingston, muestra el movimiento alrededor del voguing, el baile que la comunidad transgénero y gay, sobre todo formada por latinos y afroamericanos, desarrolló en el Nueva York en los años ochenta, como una vía de escape de la marginación y la pobreza. Imitando los movimientos de las modelos que salían en la revista Vogue, crearon una forma de baile que aquí visibilizaron las drag queen.

Aunque el documental tiene 25 años, Mora afirma que el transgénero es uno de los temas importantes del siglo XXI, que también ha llegado a las pasarelas, y se proyectará una copia restaurada. Esta es la única película que el público puede haber visto, dice Mora, las otras propuestas de la programación son recientes, pero todavía no se han estrenado en España. Como por ejemplo Homme Less, un documental que recoge la vida de Mark Reay, un exmodelo con una apariencia muy alejada de su realidad. El protagonista “se quedó enganchado a la tela de araña de la moda, que brilla y atrae mucho”, dice Mora. La cámara le sigue de día, mientras intenta buscarse la vida como fotógrafo de moda en Nueva York, y de noche, cuando no tiene ni sitio donde dormir.

La identidad de otro tiempo es la que se respira en los atelier de alta costura de París que retrata Le Temps Suspendu (Handmade with Love in France). A través de entrevistas a seis de los últimos artesanos independientes que proveían de orfebrería textil a las maison, descubrimos como se trabajaba antaño y como el tiempo es indispensable para ese trabajo artesanal, algo que cada día cuesta más de encontrar. Muestran “un patrimonio irrepetible que solo existe en París, es como hablar de los seis últimos osos blancos”, apunta Mora embaucada por este título.

En un taller del Piamonte nació el borsalino, el sombrero de fieltro convertido en icono. Su historia más que centenaria se cuenta en ‘Borsalino City’, otro de los títulos que trae el Feed Dog con un guiño al sector masculino. Es curioso ver como una prenda tan habitual en la época, el sombrero de caballero que hasta los años cincuenta fue una pieza habitual del vestuario masculino, “se convirtió en un icono de moda”, apunta la coordinadora, en un pequeño lujo solo apto para aspirantes a dandi.

Y para iconos e identidades, la de Tiffany’s. Es un nombre reconocido por la mítica joyería de Nueva York, popularizada por el cine, pero también es la firma que introdujo el estilo Liberty a finales del siglo XIX, comenta Mora. El documental revisa el pasado y el presente, en un trabajo autorizado por esta marca de lujo. “La relación de esta firma con el cine es indudable y cómo el cine ha sido un gran vehículo para construir mitos”, añade Mora.

A raíz de la colaboración con el Museo del Diseño de Barcelona, a través de la exposición Distinción. Un siglo de fotografía de moda, el Feed Dog se expande por la ciudad. En el DHUB se proyectará el documental Helmut by June, un retrato del reconocido fotógrafo de moda a través de su esposa. A la proyección le seguirá un coloquio posterior, que contará con los fotógrafos Antoni Bernad, Pep Àvila, Enric Galceran i Maria Espeu.

El verdadero coste de la moda

En la primera edición, el impacto negativo de la moda en la sociedad ya tuvo un espacio y ahora se repite. “Hay que hablar de moda con el lenguaje de nuestro tiempo, no te puedes saltar este enfoque”, dice la coordinadora del festival. Y este enfoque es el verdadero coste de la moda, como dice el título ‘The true cost’, el film de Andrew Morgan que cuenta con el apoyo de una diseñadora tan conocida como Stella McCartney. Este documental quiere abrir los ojos a los consumidores sobre el impacto de la industria de la moda, que tiene su peor cara en la llamada fast fashion (moda rápida): contaminación, explotación laboral y sobreexplotación de la naturaleza. Todo esto también forma parte de la moda, y no se puede obviar, zanja Mora.