Moody’s hunde a Cataluña en el ‘bono basura’ y la aleja del programa del BCE
La agencia destaca la dificultad de enderezar la situación por el sistema de financiación y de reducir el déficit porque el Gobierno catalán está en "minoría"
La agencia de calificación Moody’s ha vuelto a rebajar la nota de la deuda catalana de Ba2 a Ba3, hundiéndola todavía más dentro de la categoría de bono basura, y ha mantenido la “perspectiva negativa” dada la “debilidad de su posición fiscal”. El vicepresidente Oriol Junqueras ha recordado este viernes que la Generalitat no tiene el "control" del 95% de sus ingresos y advirtió de que las “reputaciones” de los ejecutivos catalán y central están “entrelazadas”.
Moody's degradó un peldaño más a la deuda catalana, de Ba2 a Ba3, el nivel más bajo de una comunidad y al nivel de Bangladesh o Georgia. La agencia decidió poner en revisión la deuda catalana el pasado mes de marzo al constatar su dependencia al FLA. Desde entonces, la posibilidad de una nueva rebaja ha sido una de las preocupaciones de la Generalitat y del Gobierno central y fue uno de los puntos de las reuniones de Junqueras con el ministro de Economía, Luis de Guindos.
Las dificultades de la Generalitat para convertir deuda de corto a largo plazo fue uno de los motivos que llevó a Moody's a revisar la nota. En concreto, Junqueras negocia pasar 1.600 millones de préstamos a largo plazo. El vicepresidente ya tiene un informe favorable del Ministerio de Economía, pero la última palabra la tiene el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien el pasado lunes aseguró que la decisión no está tomada.
Moody's considera que ese “fracaso” no debe interpretarse como una merma “en la voluntad y capacidad del Gobierno central para ayudar” a Cataluña a través del FLA, pero sí señala que la debilidad de su posición fiscal merece la degradación.
Según la nota de Moody's, entre los factores para mantener la “perspectiva negativa” destacan que la deuda seguirá subiendo en los próximos años, que la situación fiscal catalana será difícil de enderezar con el actual sistema de financiación y el hecho de que el Gobierno catalán ahora está “en minoría”, lo que “dificulta implementar medidas de consolidación fiscal”. La deuda de la Generalitat alcanzará los 76.610 millones de euros, el 36% del PIB. “Si es comparable a un país con una deuda del 320% del PIB, es que algo falla en la agencia de calificación”, zanjó Junqueras.
El vicepresidente esbozó durante su intervención en las jornadas del Círculo de Economía las principales líneas de los Presupuestos. Así, admitió no poder asegurar que serán aprobados y que la rebaja fiscal que anunció Carles Puigdemont, estará sujeta al apoyo de otro grupo. Junqueras evitó aclarar si su idea de reforma del IRPF coincide con la del presidente catalán.
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