Dos nuevos detenidos por la red de extorsión en mercadillos
El arresto de otro hijo del autoproclamado rey gitano y su novia eleva a 13 los investigados en la causa
Dos semanas después de la operación policial contra el clan de Los Morones por dirigir una presunta red mafiosa que extorsionaba a vendedores ambulantes en los mercadillos del sur de Pontevedra, el juez de Cangas que instruye la causa ordenó la detención de Marino Giménez, implicado en los mismos hechos por los que su padre -autoproclamado rey de los gitanos- y tres de sus hermanos se encuentran en prisión.
En arresto tuvo lugar este martes por agentes de la Guardia Civil en el chalé del Barrio de A Pedra, en Amorín, Tomiño, la residencia familiar del numeroso clan. Junto a Marino Giménez también fue arrestada su novia. Ambos serán interrogados en la comandancia de Pontevedra antes de pasar a disposición judicial.
Las detenciones se enmarcan en una segunda fase de la llamada Operación Vida que todavía sigue abierta y que se inició con la detención de otras 11 personas, entre ellas el patriarca, Olegario Giménez, su mujer, Flora, y su hijo Sinaí, excandidato a la alcaldía de Vigo y uno de los principales imputados.
Junto a Olegario y Sinaí permanecen en prisión los hermanos Saúl y Juan Paulo, acusados de extorsión, crimen organizado, blanqueo de dinero, narcotráfico y fraude a la Seguridad Social. El resto de los detenidos, miembros de la familia y personal que controlaba las cuentas del clan a través de gestorías, quedaron en libertad.
Se investiga las supuestas extorsiones a otro clan conocido como Los Zamoranos, que supuestamente debía pagar a Los Morones para obtener un puesto de vendedores en los mercadillos. Algunas de las víctimas denunciaron ante la fiscalía la existencia de una presunta mafia cuando descubrieron que no tenían ninguna cobertura como autónomos pese a que estaban pagando sus cuotas a través de varias gestorías que trabajaban para el clan.
Marino Giménez, de 28 años, se encuentra en libertad bajo fianza, pendiente de un juicio por narcotráfico y tenencia de armas por el que afronta una condena de 12 años y 170.000 euros de multa. Fue detenido en enero de 2014 cuando supuestamente dirigía una organización de narcos que se dedicaban a robar cocaína a pequeños distribuidores.
En aquella ocasión, la policía localizó un auténtico arsenal en la casa familiar donde fue detenido hoy: una pistola de la marca Taurus del calibre 7,65 con diez cartuchos en la recámara y con el número de serie borrado, para la que carecía de licencia. También se halló más munición, un revólver de fogueo de la marca BLOW 38 corto, con cuatro cartuchos detonadores, tres navajas, 13 teléfonos móviles, además de varios gramos de cocaína con un grado de pureza inferior al 30%, unas dosis de heroína de muy baja calidad y otras de cannabis.
En el inventario judicial del caso también constan como objetos localizados en la residencia familiar del rey de los gitanos, una máquina de contar dinero, un ordenador portátil donde Marino Giménez llevaba el control de sus clientes, 3.650 euros y los dos teléfonos móviles desde los que coordinó el golpe a los distribuidores.
Junto a él también será juzgado un guardia civil que bajo las órdenes del príncipe gitano participó en el robo de mercancía que llevaban en el coche los dos vendedores de Vilagarcía, víctimas del asalto, a los que previamente les dio el alto uniformado y exhibiendo el arma reglamentaria.
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